La consellera exiliada y eurodiputada de Junts, Clara Ponsatí, ha hecho una prueba en el Parlamento Europeo para demostrar la discriminación que sufre el catalán en la Unión Europea. En un debate celebrado este jueves con motivo del treinta aniversario de la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas, Ponsatí ha aprovechado para pronunciar su discurso en catalán, que después ha tenido que continuar en inglés porque así se lo ha exigido la Eurocámara con el fin de poder hacer la traducción simultánea de sus palabras. Así, la eurodiputada ha podido demostrar la discriminación que los catalanohablantes, así como los hablantes de otras lenguas minoritarias, sufren a la institución europea.

La eurodiputada ha hecho su intervención en catalán como una forma de poner en evidencia el "cinismo" de la institución europea, y también de los eurodiputados españoles de los grandes grupos políticos, que se han llenado la boca con palabras en defensa de las minorías mientras el catalán no se puede hablar ni al Parlamento Europeo ni al Congreso de los Diputados. "Buen día, cuesta escuchar a un eurodiputado español tras otro haciendo alabanzas de la diversidad, mientras mis palabras en este parlamento ahora mismo no han sido traducidas porque os estoy hablando en mi idioma, el catalán, que es hablado por millones de ciudadanos europeos," ha denunciado Ponsatí en el inicio de su discurso. Después de la primera frase ya ha sufrido una breve interrupción, se le ha cortado el micrófono y le han dirigido un "perdone".

Entonces Ponsatí, sabiendo cuál era el problema, ha continuado en inglés. "Sí, mis palabras no se han podido traducir porque eran en catalán". "Exacto", le han respondido desde la Eurocámara. "Millones de ciudadanos europeos están siendo tratados, incluso en este Parlamento, como ciudadanos de segunda", ha proseguido Ponsatí en referencia a los catalanes. También ha aprovechado para cargar contra los discursos de los eurodiputados españoles, a quienes ha acusado de tener una posición "cínica e intolerable". "Lo cierto es que la Unión Europea apuntala la posición de las mayorías nacionales de los estados miembros y trabaja en contra de los grupos de minorías regionales", ha denunciado a la eurodiputada. Y ha acabado con una advertencia: "Hasta que no alcanzamos la autodeterminación en la Unión Europea, nuestros derechos no serán respetados".