El vice primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski, jefe del partido Derecho y Justicia (PiS), ha reconocido que el ejecutivo del país adquirió el software de espionaje Pegasus, que ha sido motivo de polémica en varios Estados, como el español, por espiar a rivales políticos.

El software está comercializado por la empresa israelí NSO Group, que sólo la vende a gobiernos u organizaciones gubernamentales con el objetivo de combatir "el crimen, el terrorismo y la corrupción". Pero en numerosos casos han aparecido casos de espionaje a políticos críticos con los gobiernos.

Mecanismos de cifrado

 

"Sería malo que los servicios polacos no tuvieran este tipo de herramienta", ha argumentado Kaczynski. Preguntado sobre si el gobierno utiliza el software para espiar a la oposición, el vice primer ministro lo ha negado y ha asegurado que se utiliza "para luchar contra el crimen y la corrupción en muchos países". Ha insistido en que el uso está controlado por un juzgado y por la fiscalía, según informa Le Monde. Kaczynski ha explicado que el uso de este software espía se ha adoptado en respuesta al creciente uso de mecanismos de cifrado, que ha inutilizado las tecnologías de espionaje anteriores.

Interceptaciones en Polonia

 

El hecho, sin embargo, es que el reconocimiento de la compra del software ha coincidido con que Associated Press y Citizen Lab, un grupo de vigilancia cibernética de la Universidad de Toronto, descubrieron en diciembre que los teléfonos de tres críticos con el gobierno polaco fueron interceptados con el programa Pegasus.

Amnistía Internacional concretó el jueves que el móvil del senador polaco Krzysztof Brejza fue hackeado varias veces en 2019 cuando dirigía la campaña electoral parlamentaria de la oposición.

Unos mensajes de texto robados del teléfono de Brejza fueron manipulados y transmitidos por la televisión de Polonia, en medio de la batalla electoral, que el partido populista ganó por poco. Brejza sostiene que las elecciones fueron injustas, porque el partido gobernante habría tenido acceso a los planes tácticos de su campaña.

Polonia mantiene un duro contencioso con la UE, a causa de la degradación de su estado de Derecho. La Comisión Europea le abrió en diciembre un procedimiento de infracción por dos recientes sentencias de su Tribunal Constitucional que, según Bruselas, "desafían expresamente la primacía del derecho comunitario". En concreto, la Comisión inició el procedimiento por dos sentencias del máximo órgano judicial polaco que cuestionaban el carácter vinculante de las decisiones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). "Lo que esperamos es una solución en línea con la ley de la UE y el respeto de la primacía de la ley UE", dijo el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en una rueda de prensa en la que anunció la decisión del Ejecutivo comunitario.

Una de las dos sentencias es la del mes de octubre pasado en la que consideró inconstitucional, y por lo tanto sin efectos en el derecho polaco, la interpretación del TJUE del artículo 19.1 de los tratados europeos, que dice que un tribunal nacional puede solicitar la revisión de la legalidad del procedimiento para la designación de un juez.