La situación se complica todavía más para Polonia. En medio de las dificultades con Bruselas por el estado de derecho, que les sigue vetando el acceso a los fondos de recuperación, y el esfuerzo económico por acoger refugiados y asistir a Ucrania en su guerra con Rusia, parece que Polonia podría verse todavía más sola de cara al invierno, estación a la cual se encaminan sin suministro de gas. Así lo ha alertado este jueves el diario alemán Handelsblatt, en un artículo bajo el título 'Polonia no tiene gas para el invierno', en el cual aseguran que el plan de Varsovia para independizarse del gas ruso a raíz del estallido de la guerra no ha funcionado.

Sin alternativas

A pesar de los compromisos con la OTAN y la ayuda que ha prestado a Kyiv ante la invasión rusa, parece que Varsovia se encuentra más aislada que nunca dentro de Europa. A diferencia de Hungría, que lo acompaña en su embate contra la UE, Polonia no ha dudado al romper cualquier vínculo con Rusia, y a principios de año anunció que se desharía de la dependencia del gas ruso y buscaría alternativas. Por su parte, Moscú le cerró el grifo a Varsovia. El invierno se acerca, y según el diario económico alemán, las alternativas de suministro que tenían que provenir de Escandinavia, y que otros países Europeos sí que han podido acordar, todavía no se han materializado: "Contratos rotos, problemas con Noruega, retrasos técnicos, impotencia: el invierno que viene podría ser muy frío y el país no tiene ningún plan B para suministrar gas a su población y sus empresas", avanza el Handelsblatt.

Sin aliados

Aparte de no encontrar aliados para asegurar el suministro energético de cara al frío, Polonia tampoco ha recibido la inyección de 35.000 millones de euros en ayudas de la UE para hacer frente a la crisis derivada de la covid, después de que Bruselas congelara los fondos por el socavamiento de la separación de poderes y la independencia judicial, tal como dictó el TJUE. En reacción a eso, Varsovia ha escogido la confrontación con Europa y amenaza con no pagar los intereses de la deuda comunitaria, todo en una deriva cada vez más ultra, euroescéptica y aislacionista. Polonia incluso le ha exigido a Alemania billones de euros en reparaciones por los daños que perpetraron los nazis durante la invasión en la Segunda Guerra Mundial. En estas circunstancias, parece difícil que Varsovia pueda llegar a un acuerdo amistoso para recibir el gas que necesita.