El presidente de Rusia, Vladímir Putin, estudia como movilizar a más tropas para la guerra de Ucrania sin enfadar a la población. Según ha informado el servicio de inteligencia militar del Reino Unido en su informe diario, el Kremlin se estaría planteando subir la edad máxima de reclutamiento militar rutinario de los 27 hasta los 30 años "para facilitar el aumento de las fuerzas rusas en un 30% anunciado anteriormente", y que el gobierno ruso dio por cumplido semanas después. Pero a medida que la guerra se alarga y los problemas logísticos y de movilización empeoran, la Defensa rusa estaría buscando la manera de hacerlo sin despertar el rechazo de la población, tal como ya pasó cuando se anunció la 'movilización parcial' anterior.

Movilización encubierta

Según las informaciones de la inteligencia británica, Andrei Kartapolov, jefe del Comité de Defensa de la Duma Estatal de Rusia, ha sugerido ampliar la edad de la conscripción militar rutinaria antes del reclutamiento que se hará en primavera de 2023 para aumentar el número de hombres entre las filas en un 30%. Según el Reino Unido, el presidente Vladímir Putin estaría a favor de esta medida, y por eso sus subordinados estarían poniendo a prueba la reacción de la sociedad rusa y saber si este método "parece menos alarmante para la población que anunciar otra ronda del impopular proceso de 'movilización parcial'" el cual provocó muestras de rechazo por todo el país.

Proponen movilizar a los extranjeros naturalizados

Alternativamente, el régimen ruso pone a prueba la reacción de la sociedad a otras políticas de reclutamiento. El jefe del Comité de Instrucción de Rusia, Alexandr Bastrikin, propuso la semana pasada una movilización que priorice a los ciudadanos rusos que hayan conseguido la nacionalidad a través de la naturalización. "Es conveniente estudiar el envío prioritario de los ciudadanos naturalizados para participar en el cumplimiento de las tareas de la operación militar especial", ha señalado Bastrikin. Agregó que los extranjeros obtienen masivamente la ciudadanía rusa eludiendo el servicio militar, que es uno de los deberes que impone la Constitución. "En los últimos cinco años lo han recibido más de un millón de personas procedentes de Asia Central y el Cáucaso Sur, 550.000 de ellos antiguos habitantes de Tayikistán, Uzbekistán y Kirguistán", indicó. Según sus datos, solo en el primer semestre de 2022 más de 60.000 ciudadanos adultos de estos países, antiguas repúblicas soviéticas, obtuvieron la ciudadanía rusa. Bastrikin recordó que desde que empezó la campaña militar en Ucrania, de la cual se cumplirá un año el próximo 24 de febrero, el Estado promueve el enrolamiento de los extranjeros ofreciéndoles un procedimiento simplificado de naturalización.