La participación en lo que llevamos de jornada electoral es más baja que en las últimas elecciones en Francia. A pesar de mantenerse estable en relación a la primera vuelta, la cifra baja casi dos puntos en comparación con los comicios del 2012.

Hasta las doce del mediodía, según los primeros datos facilitados por el Ministerio del Interior, han votado el 28,2% de los 47 millones de franceses que están citados hoy en las urnas. Hace cuatro años, cuando se impuso François Hollande, la participación era del 30,6% a estas horas. En la primera vuelta, la participación también empezó baja y fue remontando a lo largo de la tarde hasta quedar a niveles similares del 2012. Según apuntan desde Francia, la baja participación perjudica los intereses de Emmanuel Macron y, por lo tanto, beneficia a Marine Le Pen.

Para encontrar una participación con un porcentaje tan bajo al mediodía, hay que remontarse a cuando aspiraba a conquistar el Elíseo el fundador del Frente Nacional y padre de la candidata ultraderechista, Jean-Marie Le Pen.

Los colegios electorales han abierto a las 8.00 horas de la mañana y así estarán, de manera ininterrumpida, hasta las 20.00 horas. A lo largo de la mañana ha votado la primera línea política francesa. Desde los dos candidatos, que han votado casi a la misma hora en medio de una gran expectación mediática, pasando por el actual presidente francés, Hollande, y el ex jefe del ejecutivo y líder de los republicanos, Nicolas Sarkozy, hasta el ex primer ministro Manuel Valls.