El Tribunal Supremo del Reino Unido ha fallado este martes, con un veredicto unánime, en contra del primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, al considerar "ilegal" la suspensión del Parlamento durante cinco semanas.

El fallo deja sin validez el decreto con efectos inmediatos, por lo que el Parlamento podrá volverse a reunir en breve.

Los once jueces de la máxima instancia judicial de este país tenían que examinar dos recursos diferentes: el de la Corte de Apelación de Escocia, que consideró ilegal la medida adoptada por el jefe de Gobierno, y la del Tribunal Superior de Londres, que determinó que la cuestión era competencia política.

Los jueces han argumentado que la decisión de bloquear el parlamento es ilegal porque tiene como consecuencia "frustrar la capacidad del parlamento de llevar a término sus funciones constitucionales sin una razón justificable". En consecuencia el tribunal establece que las instrucciones que el primer ministro ofreció a la reina eran "ilícitas, nulas y sin ningún efecte". Y, por tanto, dictamina que el cierre del parlamento firmado por la reina fue ilegal. "Esto quiere decir que cuando los comisarios reales entraron en la Casa de los Lores fue como si entraran con un papel en blanco", detalla la sentencia. Los jueces establecen que ahora le corresponde al parlamento decidir qué hacer.

Jeremy Corbin, el líder de la oposición laborista en el Parlamento, se ha apresurado en pedir la dimisión de Johnson. Lo ha hech oen un congreso del Partido Laborista, en el que los delegados han gritado consignas en contra del primer ministro. También pan pedido la retirada de Johnson la portavoz del SNP, el partido nacionalista escocés, Joanna Cherry, y Liz Saville Roberts, la líder del Partido nacionalista Galés.