La Cámara de los Comunes aprobó hoy el proyecto de ley que permitirá al Gobierno británico notificar a Bruselas la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), un texto que pasará ahora a la Cámara de los Lores.

La ley, que pasó el trámite sin enmiendas, recibió 494 votos a favor y 122 en contra, en una sesión en la que decenas de diputados de la oposición laborista rompieron la disciplina de partido y rechazaron la activación del artículo 50 del Tratado de Lisboa, que dará inicio al Brexit.

La Cámara baja, donde el Partido Conservador de la primera ministra, Theresa May, cuenta con mayoría absoluta, ha desechado todas las propuestas de la oposición para matizar la ley, incluida una que exigía garantizar los derechos de los comunitarios en el Reino Unido.

La jefa de Gobierno ha insistido en que aclarar el estatus de los ciudadanos de la UE en el país y de los británicos en el resto del continente es una de sus prioridades, pero mantiene que esa cuestión se debatirá una vez comience el diálogo formal con Bruselas.

La ministra de Interior británica, Amber Rudd, aseguró en un comunicado divulgado antes de la votación que "nada cambiará" para los comunitarios en el Reino Unido tras la salida de la Unión sin el consentimiento explícito del Parlamento.

Otras enmiendas que han quedado fuera de la ley pedían un mayor control parlamentario sobre las negociaciones con la UE y el consentimiento de las cámaras autonómicas (Escocia, Gales e Irlanda del Norte) y de Gibraltar para iniciar la desconexión.

De hecho, en la sesión plenaria también ha habido un duro encontronazo entre los diputados escoceses independentistas del SNP y la primera ministra Theresa May, que les ha avisado de que "una Escocia independiente no estaría en la UE".