Un turista ha muerto después de que una osa lo atacara al ver que se acercaba a sus crías. La trágica noticia ha tenido lugar esta semana en Rumania y justo después de que el hombre compartiera un selfi con una de las crías, según adelanta el Daily Mail. El turista, un italiano de 49 años llamado Omar Farang Zing, cometió un grave error al hacer esta parada durante su viaje en moto por la cordillera de los Cárpatos. Lo que le pareció una buena idea acabó como una película de miedo porque el animal lo sorprendió y lo arrastró por un barranco hasta matarlo.
La policía del país y los servicios de emergencia que atendieron al hombre han explicado en un comunicado conjunto que recibieron el aviso del ataque de un grupo de turistas que pasaban por la zona, y que tardaron una hora en encontrar el cuerpo sin vida del italiano. Las autoridades han informado de también que el oso ha sido localizado y sacrificado.

No era la primera vez que el turista se acercaba a un oso
Esta no era la primera vez que el turista había cometido una imprudencia. Tan solo un día antes del incidente, el motorista había compartido en su cuenta de Facebook una batería de fotografías con un oso de grandes dimensiones muy cerca. Además, tal como hizo el fatídico día, publicó una imagen con un osezno. En la imagen se ve a Zing vestido con casco, sonriendo y señalando el animal, ajeno a los acontecimientos futuros que le esperaban. En un vídeo en las redes, el italiano enseña la misma cría mientras conduce la moto. "¡Aquí tenéis el oso!", dice a sus seguidores, para añadir que "es muy bonito". También se le oye decir que el animal se dirige hacia él.
Un oso pardo ataca a un niño en el patio de casa
Los osos pueden parecer animales simpáticos por cómo se les ha mostrado en los cuentos infantiles, pero son muy peligrosos. Aunque el caso siguiente no fue buscado, hace un par de años tuvo lugar un episodio similar por parte de estos animales a humanos. A media hora de la ciudad de Nueva York (Estados Unidos), un niño jugaba tranquilamente en el patio de su casa cuando un oso pardo lo atacó. Después de oír los gritos del menor, los padres y los vecinos salieron al exterior para intentar asustar el animal, que ya había provocado varias heridas al menor, de siete años. El pequeño fue trasladado a un hospital próximo y, después de las pruebas pertinentes, fue declarado fuera de peligro. Como en el caso anterior, la policía persiguió el animal y, al ver que no se marchaba de la zona residencial y que su actitud era cada vez más agresiva, decidieron matarlo de un tiro.