ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
El último golpe contra la economía rusa ha venido desde Japón, que ha anunciado su voluntad de retirar su trato comercial favorable con este país a raíz de la invasión de Ucrania, mientras el gobierno nipón se prepara para tomar más medidas sobre los productos importados desde Rusia. Esta es la última medida de toda una retahíla de sanciones que han cogido países de todo el mundo contra el gobierno de Putin en respuesta a su ataque sobre Ucrania, ya hace casi tres semanas. En estos 20 días, el mundo ha sido testigo de cómo el rublo se ha ido devaluando, la Bolsa ha cerrado y la gran mayoría de las multinacionales han huido del país, incluso aquellas que inicialmente se resistían a hacerlo. Todas estas medidas forman parte del rechazo internacional que ha provocado la guerra con la voluntad de aislar económicamente el país. Ahora, sin embargo, la situación puede seguir empeorando para Putin, ya que si hoy miércoles Moscú no afronta el vencimiento de los 117 millones de dólares en intereses de la deuda que tiene que devolver, se abrirá un periodo de gracia de 30 días. Una vez este haya pasado, Rusia entrará oficialmente en suspensión de pagos por primera vez desde 1998, hace 24 años, cuando no pudo abonar sus deudas en rublos, tal como recuerda el diario El País. Ahora bien, para encontrar un precedente de impago en moneda extranjera, como es el caso actual, nos tenemos que remontar hasta 1918, después de la revolución soviética, cuando se renegó de la deuda acumulada por los zares.

La "paradoja rusa"

Hay que tener en cuenta que las circunstancias son diferentes con respecto a una crisis tradicional, ya que Rusia cuenta con bastantes recursos para asumir esta deuda. Por lo tanto, esta situación en un contexto normal no supondría ninguna dificultad por el gobierno de Putin. Ahora, sin embargo, la congelación de casi la mitad de sus reservas en moneda extranjera, provoca que no puedan acceder al dólar. El Kremlin espera evitar el impago utilizando rublos, sin embargo, los dos cupones que vencen hoy (73 millones y 44 millones de dólares) no permiten esta alternativa. De aquí a finales de mes tienen que devolver hasta 614 millones de dólares, que se quedan en nada comparándolo con lo que tendrán que afrontar en abril: hasta 2.000 millones.

Esta complicada situación hace días que está sobre la mesa. Por ejemplo, desde el Fondo Monetario Internacional, su directora gerente, Kristalina Georgieva ya ha advertido de la paradoja rusa: una deuda pública del 17,9%, muy baja y con un superávit por las ventas de gas y petróleo que suponía un cojín importante para la economía, pero que ahora no sirve para nada. En palabras de Georgieva en la CBS "Rusia tiene el dinero suficiente para pagar su deuda, pero no puede acceder a él". Además, su institución ha dejado de considerar el incumplimiento como un "acontecimiento improbable". Otras agencias como Flitch han actuado en la misma dirección. En su caso, ha rebajado de B a C la nota de Rusia, ya que el impago de la deuda soberana es "inminente".

¿Implica una suspensión de pagos?

Sin embargo... ¿Qué supondría para Rusia la suspensión de pagos? En primer lugar, la incertidumbre de los inversores que compraron deuda rusa, que para recuperar su dinero tendrán que esperar una desescalada de la tensión entre Rusia y Occidente, aunque es poco probable que esta se produzca a corto plazo, con la intensificación de los ataques de Rusia sobre Ucrania y con la aplicación de más sanciones occidentales sobre la economía. La otra opción es conseguir que los seguros cubran las pérdidas. Finalmente, también tienen la posibilidad de reclamar a los tribunales y que sean estos los que liquiden activos rusos.

Hay que tener en cuenta que Rusia se quedaría con el dinero y perjudicaría a los inversores de países occidentales en un momento en que las relaciones no son las mejores. Por otra parte, también afectaría a los inversores rusos que adquirieron parte de la deuda. En cualquier caso, la situación es más compleja que en una suspensión de pagos tradicional.