El mayor hospital del estado sureño y conservador de Alabama (Estados Unidos) ha bajado la persiana a la unidad que se dedicaba a llevar a cabo fecundaciones in vitro. Todo se debe a una sentencia del Tribunal Supremo de este estado, donde se considera que los embriones son niños, según informa la BBC. Se trata de una decisión sin precedentes, con la que el Supremo de Alabama declara que los que destruyan un embrión congelado se pueden considerar responsables de su muerte, y se apoya en el lenguaje antiaborto de la Constitución del estado.

"Los niños no nacidos son niños, sin excepción por su estado de desarrollo, lugar geográfico o cualquier otra característica secundaria", se puede leer en la decisión del tribunal. Eso implica que se puede perseguir criminalmente a quien los destruya, incluso si está accidentalmente en el proceso de la fecundación in vitro. "Nos entristece que eso afecte al intento de nuestros pacientes de tener un bebé mediante la in vitro", se ha afirmado desde el sistema de salud de la Universidad de Alabama en Birmingham. Por ahora, este gran hospital ha dado el paso, pero no se descarta que otros también lo hagan para proteger sus profesionales y pacientes.

¿Por qué se considera un ataque a los derechos sexuales y reproductivos?

La sentencia no prohíbe ni restringe explícitamente la fecundación in vitro. Sin embargo, deja muchos espacios de duda y, por encima de todo, el gran riesgo de que los profesionales de la medicina ejerciendo su oficio puedan afrontar cargos criminales. "Promulgar una legislación que otorgue la personalidad jurídica a los embriones puede tener consecuencias desastrosas para el uso de la in vitro, una ciencia en la cual muchas personas confían para construir sus familias", alerta a la BBC Elisabeth Smith, directora de política estatal del Centro de Derechos Reproductivos.

La criminalización de parte de la medicina reproductiva, el riesgo para los sanitarios y las personas que la ejercen y la legislación sobre la autonomía de los cuerpos de las mujeres, son factores que recuerdan a las restricciones impuestas sobre el aborto desde la sentencia que revocaba esta práctica médica como un derecho constitucional en los EE.UU. Justamente, Alabama ya tiene una prohibición total del aborto, en todas las etapas del embarazo. La Casa Blanca calificó la sentencia de Alabama "exactamente el tipo de caos que esperábamos cuando el Tribunal Supremo anuló Roe vs. Wade y abrió el camino para que los políticos dicten algunas de las decisiones más personales que las familias pueden tomar".

Algunos de los opositores más radicales al aborto ha seguido de cerca esta sentencia. La cuestión de cuando un embrión o un feto se considera legalmente una persona es un factor en muchas restricciones estatales de aborto. Es más, esta misma sentencia ha sido celebrada por las ramas más conservadoras y ultrareligiosas de la sociedad. El Alliance Defending Freedom, un grupo jurídico cristiano conservador, ha calificado la sentencia de Alabama como una "tremenda victoria para toda la vida". "Sin importar las circunstancias, toda la vida humana es valiosa desde el momento de la concepción", han aclamado desde la organización.