La estabilidad de la zona norte de Israel también se ha visto amenazada después del ataque a gran escala de los terroristas al sur del país. Con Hamás haciendo incursiones armadas asaltando kibbutz y bases militares junto a la Franja de Gaza, una de las zonas más calientes del casi eterno conflicto entre Palestina e Israel. Y en medio de las bombas que tira Hizbulá aprovechando los esfuerzos de Israel en la zona sur y la respuesta de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), hay un importante contingente de 650 militares españoles que trabajan en la misión de las Naciones Unidas (UN) como fuerza de interposición entre los dos países.

El objetivo de los cascos azules de varios ejércitos —unos 10.000, de 50 países diferentes—, bajo la coordinación de las UN y ahora bajo el mando español, con el general Aroldo Lázaro como el máximo responsable de la base que hay en la zona sur del Líbano, Miguel de Cervantes, en Marjayún, es ejercer de fuerza neutral entre los dos estados para evitar incursiones militares o de milicias que pudieran escalar en un conflicto crítico.

El contingente militar español más grande fuera de España

Es uno de los puntos, fuera de las fronteras españolas, donde Defensa tiene más militares desplegados, y es una zona complicada y nada pacificada, tal como se ha demostrado este fin de semana. Los militares españoles que participan en la misión Unifil velan con patrullas dinámicas para dar protección a los civiles que viven junto a la "línea Azul" que separa, de manera visible, para evitar confusiones, los dos estados y las dos fuerzas armadas regulares. Y, al mismo tiempo, evitar la acción de Hizbulá contra Israel, uno de los hechos que complican ahora la estabilidad en la zona, teniendo en cuenta que este grupo armado islamista de carácter chií ha aplaudido la masacre de Hamás en el sur y ha disparado misiles contra Israel para desestabilizar también la zona norte del país y ha hecho incursiones de personal armado.

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Imagen del contingente español en la frontera entre el Líbano e Israel / Cedida

Las FDI no han dudado en responder, como también ha hecho en el sur, con helicópteros de combate. A última hora de la tarde aseguraban que habían causado la baja a tres miembros de Hizbulá y fuentes de la propaganda islamista ya los han calificado de mártires. Hace años que la situación es complicada y milicias de Hizbulá tienen sus campamentos en espacios que, según los últimos acuerdos entre los dos estados, son de Israel.

En alerta y en refugios

Los "militares de paz" españoles han activado su plan de autoprotección y si bien todavía siguen los patrullajes neutrales en la zona, una parte del contingente español se ha instalado en túneles refugio por la escalada de la tensión en la frontera. Al mismo tiempo, según detallan los mismos militares españoles, se mantienen las conversaciones con todos los actores de la zona para evitar una escalada, pero la situación ahora mismo es de alerta y algunas voces militares ya han puesto sobre la mesa una posible retirada. Desde el despliegue Unifil, ahora hace 17 años, 16 militares españoles han perdido la vida en esta misión.