Medio centenar de personas, entre ellas muchos menores, han muerto este jueves en un bombardeo de la coalición militar liderada por Arabia Saudí contra autobuses que transportaban a niños en un mercado de la ciudad de Dahian, en el norte de la provincia septentrional de Saada, feudo de los rebeldes hutíes.

El jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el Yemen, Johannes Bruwer, ha confirmado a través de Twitter la muerte de un total de 50 personas y 77 heridos, y ha detallado que el hospital de Al Talh, que cuenta con el apoyo de esta organización, ha recibido 30 muertos y 48 heridos, la gran mayoría de los cuales son niños.

"Los niños no deben pagar el precio de una guerra muy de adultos", dijo Bruwer en su tuit.

Anteriormente, el portavoz de la Cruz Roja en el Yemen, Adnan Hazam, ha informado a Efe de que el hospital de Al Talh, recibió 29 cadáveres de menores de entre 10 y 14 años, además de 48 heridos, entre los que hay 30 niños.

Por su parte, el doctor Salah Qurban, director del hospital Republicano de la ciudad de Saada, capital de la provincia homónima, también ha dicho a Efe que ese centro ha recibido 15 cuerpos, de los cuales 12 pertenecen a menores de 18 años, además de 36 heridos, 24 de ellos menores.

"El bombardeo tuvo como objetivo un autobús que transportaba a cerca de 60 alumnos de una escuela de verano y tres maestros, y el resto de las víctimas son vendedores y clientes" del mercado de Dahian, detalló Qurban. El director del hospital público ha agregado que los fallecidos y los heridos fueron transportados todos juntos en vehículos por ciudadanos que se ofrecieron voluntarios para socorrerlos. "La situación es dramática y catastrófica, hemos hecho lo que hemos podido en colaboración con las instituciones y la Cruz Roja", destacó.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha expresado su "horror" por el ataque y ha señalado que "muchos niños inocentes han sido matados o mutilados", destacando en un tuit que algunos de ellos llevaban mochilas de esta agencia de la ONU.

Anteriormente, el portavoz del Ministerio de Salud del Gobierno de los rebeldes hutíes en Saná, Yusef al Hadari, ha explicado que los menores estaban de camino a un centro educativo de verano que depende del Ministerio de Asuntos Islámicos.

Los rebeldes hutíes, que reciben el apoyo de Irán, controlan varias regiones del norte y el oeste del Yemen, incluida la capital del país, Saná, desde finales de 2014.