Conmoción en Italia por un triple asesinato durante una junta de vecinos en un bar en el norte de Roma. La ciudad eterna recibió esta conmovedora noticia este domingo, un hecho trágico que afectado de primera mano a la primera ministra del país, Giorgia Meloni, ya que una de las víctimas era una amiga personal de la política romana. Era la mañana del domingo cuando los propietarios de una comunidad situada a una setentena de kilómetros de la capital italiana, y que utilizaban como segunda residencia, se reunieron en un bar en el barrio de Fidene, en Roma, para llevar a cabo una rutinaria reunión de vecinos. Uno de los propietarios entró en el bar, bloqueó la puerta para que nadie pudiera salir y abrió fuego contra sus compañeros de propiedad, matando a 3 vecinas y causando 3 heridos más, una de gravedad.

Este trágico suceso ha causado una enorme conmoción en la capital italiana, no solo por la crudezade los hechos, sino también porque una de las víctimas, Nicoletta Golisano, era amiga de Giorgia Meloni, la primera ministra del país. Meloni, con un sentido mensaje en Facebook, lamentó este domingo el asesinato a tiros de las tres mujeres y expresó su deseo de que el peso de la justicia caiga "cuanto antes mejor" sobre el agresor, ya detenido. "Nicoletta era mi amiga. Deja a un marido, Giovanni, y a un espléndido hijo de 10 años, Lorenzo. Su familia, como las otras, a quien expreso toda mi proximidad, ha sido destruida", escribió Meloni en Facebook, donde compartió una foto con su amiga.

El asesino, Claudio Campiti, era uno de los propietarios de la comunidad. Según han explicado algunos vecinos, Campiti llevaba inmerso en un estado de depresión desde hacía tiempo, a causa de la muerte de su hijo. También se sabe que tenía retirado el permiso de armas y que la pistola, una Glock semiautomática, la había conseguido en un campo de tiro, que ya ha sido clausurado. Tiene 57 años y, según apuntan desde algunos medios locales de la capital, tenía "fuertes desavenencias" con sus vecinos, lo que lo había llevado a amenazarlos en el pasado y que afirman que la convivencia con él era "muy complicada". Lo describen como un hombre "reservado" y que vivía en unas condiciones "muy austeras". Entró en el bar gritando que los mataría a todos, y eso intentó. Disparó contra seis personas, matando a tres. Uno de los vecinos presentes en la reunión, de 67 años, se lanzó contra Campiti para inmovilizarlo y lo redujo, mientras otro desbloqueó la puerta para que pudieran salir. Llevaba más de un centenar de balas y una bolsa con el pasaporte y seis mil euros en efectivo, lo que hace pensar que tenía pensado huir después de cometer el atroz acto.

Bar Assessinat Roma EFE
La policía romana inspeccionando el bar donde Claudio Campini mató a 3 mujeres / EFE

La comunidad de la cual eran propietarios tanto las víctimas como el asesino de la cual es un complejo inacabado, pensado como segunda residencia, situado cerca de un lago en Valle Verde, una localidad situada a unos 70 kilómetros de la capital del Laci. No sorprende, pero, que los vecinos se reunieran en el barrio de Fidene, en Roma, ya que era su residencia habitual y las viviendas de Villa Verde eran la segunda residencia. Sin embargo, Campiti residía en el complejo todo el año, pero lo hacía en unas condiciones "precarias", según afirma la prensa italiana. Sin acceso a la red de agua ni eléctrica, sin gas y sin casi nada. De hecho, el homicida vivía en la planta baja de un edificio inacabado, en un bloque de hormigón con las ventanas tapadas y donde solo hay una antena parabólica sobre la esquelética estructura del inmueble.

La comunidad lo acusaba de no pagar las cuotas de la comunidad. Él acusaba a sus vecinos de ser "unos ladrones y unos estafadores". Así lo dijo en una entrada en un blog que tenía el asesino. "El estado se va a la mierda y son todos unos ladrones", escribió. Ahora queda esperar para ver a qué pena es condenado Claudio Campiti, a quién conmocionó la capital romana la mañana de este domingo y que ha disparado bien cerca de la primera ministra del país.