Durante las últimas semanas, un movimiento ciudadano está convocando protestas y concentraciones en Hong Kong que empezaron contra la nueva ley de extradición con China y que han acabado por pedir la dimisión de la Gobernadora del Estado.

Durante estas protestas, China, gran avaladora de la gobernadora actual, ha puesto en disposición un revolucionario sistema de reconocimiento facial, que facilita la tarea a las autoridades. Ahora bien, los protestantes ya ha descubierto como inhabilitar este sistema, y lo han hecho con láseres de larga distancia, que impiden a las cámaras de reconocimiento hacer su tarea.

Las manifestaciones siguen

Centenares de simpatizantes se han congregado este mismo miércoles en las puertas del juzgado de Hong Kong para exigir la libertad de los 44 detenidos del domingo a pesar de las fuertes lluvias y a la alerta por la llegada del tifón Wipha, entonando cánticos como "no hay revuelta, sólo tiranía" o "recuperáis Hong Kong, la revolución de nuestro tiempo".

Durante la manifestación del pasado domingo, donde va hubo un total de 49 detenidos y 16 heridos, la Policía advirtió que los manifestantes incurrían en un delito de manifestación ilegal, penado con entre 3 y 5 años de prisión, pero "después de investigar y recibir consejo legal", la institución anunció este mismo martes que finalmente los acusaba formalmente en 44 de los detenidos por un delito de revuelta, que comporta penas de entre 5 y 10 años de prisión.