El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha intervenido este miércoles ante el Parlamento Europeo. Con una nueva presidenta conservadora y a las puertas de unas elecciones generales en Francia, Macron no ha desperdiciado el escenario para exponer una de las bases de su política: el europeísmo. Uno de los pilares de su intervención ha sido la reclamación de la reforma de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (UE), concretamente ha pedido incluir el derecho al aborto y la agenda climática.

"Veinte años después de la proclamación de nuestra Carta de los Derechos Fundamentales, que consagró especialmente la abolición de la pena de muerte a toda la Unión, me gustaría que pudiéramos actualizar esta Carta, en particular para ser más explícitos en la protección del medio ambiente o el reconocimiento del derecho al aborto" ha pedido desde el bello medio del hemiciclo, según recopilación Le Monde.

En la línea de la defensa de los derechos de las mujeres, ha ido más allá de la reivindicación del aborto como un derecho fundamental, sino que ha pedido trabajar para reducir las desigualdades salariales entre hombres y mujeres. Con respecto al cambio climático ha sostenido: "Europa es el continente que, con el objetivo de neutralidad el año 2050, fue el primero a marcarse los objetivos más ambiciosos del planeta. Ahora tenemos que pasar de la intención a la acción".

El aborto, un toque a la nueva presidenta del Parlamento

Macron ha llevado el tema del aborto al corazón del Parlamento Europeo casi 24 horas después de que se escogiera a una nueva presidenta lo mismo: Roberta Metsola, maltesa, conservadora y fervientemente antiabortista. La postura antiabortista de Metsola le ha merecido críticas de las otras dos candidatas al cargo, Alice Bah Kuhnke (Verdes) y Sira Rego (Izquierda), que defendieron los derechos de las mujeres con respecto a salud reproductiva y pidieron no retroceder en este aspecto.

A los reproches velados de sus adversarias ahora se le suma el del presidente Francia, quien, sin dirigirse directamente a ella, ha dejado claro su oposición a la política que ha propulsado Metsola sobre la regulación de los cuerpos de las mujeres con sus votos a la cámara que ahora preside.

Por su parte Metsola ha asegurado que el papel de un presidente del Parlamento Europeo es ser "un constructor de consensos, que escuche, que pueda acercar las diferencias y sostener el centro". Un ejemplo que con respecto al aborto ella misma no aplicado. Sin embargo, la nueva presidenta también declaró que "no se tiene que tener puerto las reformas" y la propuesta de Macron con respecto a la Carta Europea sería una muy importante.