El presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha destituido por decreto a la dirección de todos los medios de comunicación públicos brasileños por el tratamiento que hicieron del asalto a las sedes de los tres poderes el pasado 8 de enero. La decisión, según ha informado la presidencia del Brasil, fue adoptada el viernes por la noche y también incluye el nombramiento de la periodista Kariane Costa como presidenta de la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC), de la cual dependen medios públicos importantes como la agencia de noticias Agencia Brasil, TV Brasil o la emisora Radio Nacional. Según el gobierno del país, la medida supone la apertura de un proceso de transición y de reorganización al EBC que durará unos 30 días.

Desde la prensa del Brasil señalan que, precisamente, la cúpula de estos medios continuaba bajo control de cargos escogidos por el expresidente Jair Bolsonaro. Eso, según fuentes del gobierno brasileño citadas por el diario Folha de Sao Paulo, se vio reflejado durante la invasión en las sedes de los poderes. Mientras la mayoría de diarios se referían a los seguidores de Bolsonaro como "vándalos" o "golpistas", los medios públicos mantenían el término "manifestantes". Además, también destacan que al día siguiente del asalto, el informativo de TV Brasil emitió declaraciones del senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente, acción que fue interpretada como una provocación por políticos del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

Más investigados

Esta no ha sido la única reacción ante los hechos del pasado 8 de enero. El domingo, el juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, destituyó temporalmente a Ibaneis Rocha, gobernador del Distrito Federal de Brasilia, de su cargo, mientras que el secretario de Seguridad Pública del gobierno regional, Anderson Torres, ha sido detenido después de que el Tribunal Supremo Federal considerara que la invasión solo pudo tener lugar "con la anuencia e incluso con la participación efectiva de las autoridades competentes de la seguridad pública y la inteligencia".

De hecho, este sábado se hizo público un informe de los servicios de inteligencia brasileños que advertía del riesgo de un asalto violento de los bolsonaristas dos días antes de que tuviera lugar. En detalle, alertaba a las autoridades que los manifestantes, concentrados en campamentos delante de las sedes del ejército del Brasil, tenían "la intención de practicar actos violentos" para conseguir "tomar el poder" y ocupar "los órganos públicos que representan a los tres poderes", según recoge el documento al cual ha tenido acceso el diario brasileño Folha de Sao Paulo. El texto con esta información fue remitido el 6 de enero a Anderson Torres, encargado de la seguridad y las operaciones policiales, que ahora se encuentra en prisión preventiva.

El mismo expresidente Jair Bolsonaro también será investigado por el Tribunal Supremo por su presunta implicación en el intento de golpe de estado. La Fiscalía General autorizó la solicitud para aclarar si el líder ultraderechista incitó el violento ataque a las sedes del poder a Brasilia.