Croacia dejará la kuna atrás y será el nuevo miembro de la eurozona. Después de superar los requisitos económicos y legales para hacerlo, la Comisión Europea ha propuesto este miércoles que el país mediterráneo adopte la monera comunitaria a partir del 2023, a diferencia de los otros países que también lo han solicitado, pero que todavía no consiguen cumplir los requisitos, estos son: Bulgaria, Suecia, Rumania, Polonia, Hungría y la República Checa. "Es un momento histórico (...). Marcará la integración total de Croacia a la Unión Europea menos de una década después de su adhesión y es un avance positivo para la misma Croacia, porque traerá beneficios tangibles para la economía y los ciudadanos," ha declarado el vicepresidente de la Comisión Europea a Valdis Dombrovskis, en una intervención recogida por Efe. Dombrovskis subraya que la adhesión de este país a la moneda europea es "una señal positiva para la eurozona en su conjunto", ya que su ampliación "impulsa la fortaleza global de Europa".

Requisitos para el euro

El plan para hacer efectivo este cambio de moneda es que el Eurogrupo y sus jefes de Estado y de Gobierno den el visto bueno en junio y que los ministros de Economía y Finanzas de toda la UE (lo Ecofin) aprueben la decisión en julio después de consultar con el Banco Central Europeo y la Eurocámara. Hacía dos años que Croacia se encontraba en la antesala del euro -el llamado mecanismo ERM II, que vincula el tipo de cambio de la moneda nacional con el de la comunitaria-, y por fin se ha constatado que cumple los criterios que exigen estabilidad en el tipo de cambio, el nivel de precios y los tipos de interés a largo plazo, así como disfrutar de unas sólidas finanzas públicas. Sobre este último punto, Dombrovskis ha destacado que, si bien las normas de disciplina fiscal europeas siguen suspendidas después de la pandemia, se ha comprobado que Croacia respeta el techo de déficit del 3% del PIB y que la deuda pública y privada "está en trayectoria descendente", tal como lo exigen las normas.

La eurozona se expande

Bruselas ha insistido además en que hay una cooperación entre el Banco Central Europeo y los candidatos al euro, cuyos bancos son supervisados por Frankfurt en los meses antes de unirse a la eurozona, hecho que reduce el riesgo de futuros problemas ligados al sector bancario, que en Croacia se encuentran sobre todo en manos de entidades alemanas e italianas. Con una inflación disparada desde hace meses por toda la UE por la subida de los precios de la energía y los efectos de la guerra en Ucrania, la Comisión no ve probable la aparición del fantasma del aumento de precios que tradicionalmente se ha asociado a la adopción del euro. Si bien esta compuerta un aumento excepcional de entre 0,1 y 0,3 puntos de inflación y costes de adaptación, "a medio plazo se ve más que compensado por la reducción de los costes de financiación y del cambio de divisa", ha aclarado Dombrovskis. La de Croacia supone la primera ampliación de la eurozona desde la unión de Lituania en el 2015 y, después de ella, el socio con más números para unirse sería Bulgaria, que actualmente está en el ERM II y aspira adoptar el euro en 2024. No obstante, todos los socios de la UE con la excepción de Dinamarca, que negoció una excepción, están llamados a sumarse a la moneda común.