El presidente de Croacia, Zoran Milanovic, ha amenazado este martes con vetar la invitación a Finlandia y Suecia a entrar en la OTAN hasta que en Bosnia-Herzegovina no se cambie la ley electoral que, en su opinión, discrimina a los croata-bosnios. En todo caso, el propio mandatario reconoció que posiblemente no esté en la posición de ejercer un veto durante la próxima cumbre de la OTAN en Madrid a finales de junio. Según los analistas locales, el presidente croata, con funciones protocolarias y representativas, no estará involucrado en el proceso de admisión de nuevos miembros de la OTAN, sino que será el Parlamento el que tenga que dar su visto bueno a una ampliación de la Alianza. "Yo, como presidente de Croacia, en la cumbre de la OTAN voy a poner mi veto a la invitación a Finlandia y Suecia, si se pide el consentimiento a ese nivel", aseguró Milanovic, de cuyas posiciones el gobierno del país se viene distanciando desde hace meses.

"Perseguiré como un diablo a una alma pecaminosa a todo diputado que esté a favor de la ratificación antes de que sea cambiada la ley electoral en Bosnia-Herzegovina", agregó el presidente croata. Además, Milanovic aseguró que el gobierno croata, encabezado por del primer ministro conservador Andrej Plenkovic, es una "camarilla de bandidos" y "traidores", "comprados" para hacer todo lo que Bruselas le exige. El presidente no precisó qué relación tiene la posible entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN -en plena guerra de Ucrania- con una ley electoral en Bosnia, un país que no forma parte ni de la Unión Europea (UE) ni de la OTAN. La ley electoral bosnia debe ser enmendada por el Parlamento de Bosnia-Herzegovina, un país dividido en tres etnias: bosniaca (musulmana), serbia y croata. lenkovic había acusado el lunes a Milanovic, un exprimer ministro socialdemócrata, de comportarse como un "agente ruso" y de causar con sus declaraciones un enorme daño al prestigio de Croacia. Croacia, una exrepública yugoslava, pertenece a la Alianza Atlántica desde el año 2009.

Amenazas rusas

El primer país que amenazó a Suecia y Finlandia por toda esta cuestión de la OTAN fue el menos interesado en su inclusión en la Alianza Atlántica: Rusia. "Habrá que reforzar a la agrupación de fuerzas de tierra, la defensa antiaérea, desplegar importantes fuerzas navales en las aguas del golfo de Finlandia. Y en este caso ya no se podrá hablar de un Báltico sin armas nucleares. El equilibrio tiene que ser restablecido", afirmó el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, en su canal de Telegram a mediados de abril. Sin embargo, le quitó hierro al asunto y añadió: "No es tan relevante cuántos países hay en la OTAN, 30 o 32", ya que "dos más, dos menos, por su peso y población, no hacen gran diferencia".