El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha firmado este lunes una orden ejecutiva que prohíbe a las agencias federales el uso de spyware, es decir, programas informáticos espía que sean de carácter comercial y que puedan suponer un riesgo para la seguridad nacional, como es el caso de Pegasus. El orden también veta los programas de este tipo que sean utilizados por "actores extranjeros" para permitir abusos de los derechos humanos en el mundo, según recoge la agencia EFE.

La Casa Blanca ha señalado, en un comunicado, que el spyware comercial, que describe como herramientas de ciberespionaje que se venden para acceder a aparatos electrónicos de forma remota, extraer el contenido y manipular los componentes sin el consentimiento de sus propietarios, ha proliferado en los últimos años. De hecho, los EE.UU. hicieron constar el caso de espionaje con Pegasus contra el independentismo catalán en su informe anual sobre derechos humanos. Según el ejecutivo de Joe Biden, este aumento de casos de espionaje a través de software supone una amenaza a la seguridad del personal y las familias e incrementa los riesgos del país.

"El personal del gobierno de los EE.UU. en el extranjero ha sido blanco de software espía comercial; y los vendedores de poco fiar y las herramientas pueden suponer riesgos significativos para la seguridad y la integridad de la información del gobierno de los EE.UU. y los sistemas de información", han expuesto en el escrito, donde han mostrado preocupación ante el software espía. Según la Casa Blanca, estas herramientas pueden ser utilizadas de manera incorrecta para atacar a ciudadanos estadounidenses, pero también a los sistemas de gobierno tanto del país, como del exterior.

La denuncia de Meta

Esta prohibición del uso de software espía ha llegado en medio de la investigación por la denuncia de Meta contra la empresa israelí NSO Group Technologies por presuntamente haber accedido ilegalmente a los servidores del servicio de mensajería para instalar el software Pegasus. Meta presentó una demanda al Tribunal Supremo a inicios del 2019 y mantiene que la empresa israelí violó diferentes leyes como la ley federal contra el fraude y el abuso informáticos para espiar a 1.400 personas, incluyendo periodistas y activistas.

El software Pegasus fue el mismo que se utilizó para atacar hasta 65 teléfonos móviles de líderes independentistas catalanes entre el 2017 y el 2020, según el informe de Citizen Lab, que señala al Gobierno como responsable. Así lo recogen los Estados Unidos en su documento anual sobre derechos humanos, en el apartado sobre "interferencia arbitraria o ilegal con la privacidad, la familia, el hogar o correspondencia". En concreto, el Departamento de Estado norteamericano recuerda que "los individuos afectados incluyen el actual y diversos anteriores presidentes de la Generalitat de Catalunya, diputados del Parlamento Europeo, juristas, activistas y políticos catalanes".