Las poblaciones de Japón y Corea del Sur viven días de calor extremo. Japón registró este miércoles el día más caluroso de su historia, con el termómetro marcando 41,2 °C y decenas de hospitales colapsados de personas convalecientes por el calor. Por otra parte, en Seúl las temperaturas nocturnas se han mantenido por encima de los 25 °C durante más de tres semanas a causa de una "racha récord de noches tropicales". Este es el periodo más largo desde que se empezaron a registrar datos meteorológicos en el país el año 1907. La capital surcoreana también registró el miércoles la noche de julio más calurosa de la historia —con unas temperaturas mínimas de 29,3 °C—, y las autoridades advierten que este récord se puede volver a superar el jueves.
Según Youn Ki-han, director de previsiones meteorológicas de Seúl, el aire cálido del anticiclón del Pacífico Norte empezó a afectar el país antes de lo que se esperaba. "Normalmente, si hace calor solo durante un día, las temperaturas suben y después vuelven rápidamente a la normalidad. Pero cuando las condiciones cálidas persisten durante varios días, el calor no se disipa completamente, sino que perdura y se acumula con cada día", ha explicado Youn. En Japón, ante la consecución de temperaturas nunca vistas, las autoridades climáticas han instado a la gente a tomar precauciones para evitar golpes de calor, recomendando incluso el uso de ventiladores eléctricos portátiles durante los trayectos por la calle. Las autoridades niponas han explicado que este episodio de extremo bochorno se debe al hecho de que un sistema de altas presiones ha traído cielos claros y un calor abrasador en muchas áreas del país. Las previsiones tampoco son muy esperanzadoras en el país del sol naciente: el clima brutal continuará esta semana, aseguran los expertos.

Más de 10.000 personas hospitalizadas en Japón
La última vez que se alcanzaron estas cifras en Japón fue agosto del 2020, cuando los termómetros registraron temperaturas de 41,1 °C en la ciudad de Hamamatsu, en la prefectura de Shizuoka. Una temperatura similar también golpeó el país el verano de 2018, sobre todo en la prefectura de Saitama, muy cerca de Tokio. Estos episodios de clima extremo representan una amenaza importante para las poblaciones y tienen una especial incidencia sobre las personas mayores. Desde principio de año, trece personas han muerto a Corea del Sur por causas relacionadas con el calor, tres veces más que en el mismo periodo del año pasado, según informaciones de la Agencia Coreana de Control y Prevención de Enfermedades. En Japón, más de 10.000 personas —de las cuales la mitad superaba los 65 años— han sido hospitalizadas por agotamiento y otros síntomas derivados del calor extremo solo durante la semana del 14 de julio, hecho que supone la cifra semanal más alta hasta el momento. Según la Agencia de Gestión de Incendios y desastres del país, 16 de estas personas murieron.

El calor se supera cada año
Las temperaturas veraniegas en Japón y Corea del Sur han llegado a máximos históricos a consecuencia de fenómenos meteorológicos que los científicos atribuyen a la crisis climática. Este es, de hecho, el tercer verano más caluroso en el Japón de manera consecutiva. Un clima insoportable que se produce en un país cada vez más turístico: el año pasado, Kioto recibió la cifra récord de 10,88 millones de turistas extranjeros.