La escalada de tensiones en el Oriente Medio, sobre todo a raíz del ataque de los Estados Unidos a tres de las instalaciones nucleares de Irán, podría tener en las próximas horas las primeras consecuencias energéticas y económicas. El Parlamento de Irán ha recomendado este domingo el cierre del Estrecho de Ormuz, entre Irán y la península Arábiga, por donde pasa el 20% del crudo mundial. A pesar de la petición del parlamento iraní, la decisión todavía tiene que recibir la aprobación de otros órganos, como el Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
Sobre el posible bloqueo del Estrecho Ormuz ya se hablaba hace unos días, cuando varios altos mandos militares norteamericanos advirtieron en reuniones a la Casa Blanca que hay que prepararse para esta amenaza. De hecho, la República Islámica ya dejó claro que está dispuesta a cerrar el estrecho si los Estados Unidos decidían atacar Irán. Este movimiento táctico, si finalmente se lleva a cabo, podría paralizar completamente toda la flota norteamericana en la zona, cosa que dispararía los precios de los hidrocarburos en el mundo y provocaría un descalabro en la economía global. Se trata de una de las cartas más poderosas de las cuales dispone Irán ante una posible negociación del conflicto.
Un enclave estratégico
Ubicado entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, el Estrecho de Ormuz separa Irán y la península Arábiga. Por este punto transitan cada día una media de 13 barcos cisterna que transportan más de 15 millones de barriles de petróleo y se transporta en torno a un 20% de la producción mundial de crudo y también de gas. Por este motivo, se trata de un enclave estratégico, que ha sido escenario de numerosos incidentes los últimos años, incluidos ataques y confiscaciones de petroleros y barcos de carga, en medio de las tensiones entre Irán y los Estados Unidos por las sanciones impuestas por este último en venta de petróleo iraní. De hecho, en el 2021, y por el hecho de que en los últimos años la zona fue escenario de ataques a petroleros, de los cuales en muchos casos se acusó Irán, este decidió abrir una estratégica terminal de exportación de petróleo al mar de Omán, cosa que evitó por primera vez a los barcos de carga tener que cruzar el estrecho de Ormuz.
La respuesta de Irán
Después de la intervención de los Estados Unidos en la guerra entre el régimen islamista e Israel, bombardeando tres centrales nucleares del país, Irán ya ha anunciado que habrá represalias. No ha tardado el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abás Araqchí, en afirmar que Irán se reserva "todas las opciones" para defenderse después del ataque ordenado por el presidente norteamericano, Donald Trump. Aunque el Centro de Seguridad Nuclear de Irán ha asegurado que "no se han registrado indicios de contaminación" en los complejos nucleares que han sido bombardeados, el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Pete Hegseth, ha declarado que el ataque, conocido como la Operación Martillo de Medianoche, ha "devastado" completamente el programa nuclear de la república islámica y ha sido un "éxito abrumador" del ejército norteamericano. Con todo, esta mañana han vuelto a sonar sirenas antiaéreas en Jerusalén y en varios puntos del centro y el norte del Estado israelí por una nueva oleada de misiles lanzados desde Irán.