Los rebeldes hutíes del Yemen han lanzado este sábado un ataque con diez aviones no tripulados contra dos refinerías de la petrolera estatal saudí Aramco -la más grande del mundo- en el este de este país árabe, donde han causado varios incendios colosales que ya han estado controlados, según han informado fuentes rebeldes y de Riad.

El portavoz militar hutí, Yahya Sarea, ha informado en un comunicado de que las instalaciones atacadas esta mañana se ubican en las áreas saudíes de Abqaiq y Khurais y ha precisado que los impactos de los diez drones han sido "precisos y directos". En línea con su retórica habitual, Sarea ha justificado los ataques como una respuesta "legítima" a las agresiones de los últimos cinco años contra el Yemen, donde Riad lidera una coalición militar a favor del Gobierno yemení reconocido internacionalmente.

Arabia Saudí ya ha anunciado una reducción de la producción de la petrolera en un 50% después del ataque de los rebeldes hutíes yemeníes, aunque ha asegurado que cubrirá la demanda de sus clientes con inventarios. Lo ha anunciado el nuevo ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, que ha reconocido que Aramco ha detenido su producción en unos 5,7 millones de barriles o cerca del 50%.

Consecuencias políticas

Este ataque ha supuesto reavivar las tensiones entre los Estados Unidos e Irán. El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, ha acusado este mismo sábado a Irán de los ataques contra las dos refinerías de petróleo saudíes y ha asegurado que "no hay evidencias" que sugieran que esta ofensiva estuviera lanzada desde el Yemen. "En medio de los llamamientos para reducir la tensión, Irán ha lanzado un ataque sin precedentes contra el suministro de energía del mundo", ha dicho Pompeo en Twitter.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní ha negado este domingo la implicación de su país en los ataques del sábado contra la petrolera y ha denunciado planes de los servicios de inteligencia para "destruir la imagen" de Irán. El portavoz de Exteriores, Abas Musaví, ha calificado en un comunicado las acusaciones de los Estados Unidos sobre la responsabilidad iraní en los mencionados ataques de "sin sentido".