El nuevo comandante del ejército ruso a la guerra de Ucrania, el general Valeri Guerásimov, ha introducido una serie de medidas para tratar de mejorar la disciplina a primera línea del frente que no han sido bien recibidas. Según informa este lunes al servicio de inteligencia del Reino Unido, las prioridades del nuevo mando militar han sido "intentar poner freno en el uniforme no regulado, viajar con vehículos civiles, el uso de teléfonos móviles y los peinados no estándar". Más concretamente, los hombres de Guerásimov estarían incidiendo especialmente al "mejorar la calidad del afeitado de las tropas", hecho que habría provocado "comentarios escépticos" y "burla" entre las filas rusas. Paralelamente, los cambios propuestos por el nuevo mando militar tampoco no han estado bien recibidos por los generales prorrusos del Donetsk y los mercenarios del Grupo Wagner, todo agravante todavía más las fracturas internas del Ejército ruso.

Los soldados hacen befa de los cambios de Guerásimov

Tal como apunta la inteligencia de la Defensa británica, "las fuerzas rusas siguen sufriendo un punto muerto operativo y graves bajas" en Ucrania. Por lo tanto, coinciden en el hecho que las medidas del general Guerásimov para tratar problemas menores "es probable que confirme los temores de los más escépticos", que lo acusan a él y al mando militar de Rusia en general de no saber como cambiar la situación. "Junto con el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, cada vez se le ve más desconectado y se centra en la apariencia antes que el fondo de la cuestión", añaden los británicos.

El ejército ruso se anota victorias en Ucrania

El ejército ruso informó este sábado de avances en los frentes del Donbás (este de Ucrania) y de la región de Zaporiyia (sureste de Ucrania). "Voluntarios del destacamento de asalto con el apoyo de la aviación táctica, la artillería y la artillería de misiles del distrito militar sur liberaron la localidad de Dvurechie, de la república popular de Donetsk", aseguró el portavoz del ministerio de Defensa de Rusia, el teniente general Ígor Konashénkov. Según Konashénkov, a raíz de los progresos rusos en ambos frentes, las tropas ucranianas habrían sufrido hasta 50 bajas, entre muertos y heridos. También habrían estado abatidos dos carros blindados, tres camionetas y dos obuses. Así, en la región de Zaporiyia, Kherson, Donetsk y Lugansk "como resultado de acciones ofensivas han conseguido ocupar mejores posiciones", ha indicado al teniente general del ejército ruso.