Dos representantes demócratas de Minnesota han sido víctimas de un tiroteo este sábado en un ataque con motivaciones políticas, según ha revelado el gobernador Tim Walz. La expresidenta de la Cámara estatal, Melissa Hortman, y su marido han muerto a tiros, mientras que un segundo representante, el senador John Hoffman, así como su esposa son operados de urgencia después de recibir varios impactos de bala. Los hechos han tenido lugar en sus domicilios particulares en las localidades de Champlin y Brooklyn Park. El alcalde del municipio, Ryan Sabas, ha confirmado los nombres de las víctimas, y según fuentes próximas a la investigación citadas por The Associated Press, el sospechoso se ha hecho pasar por agente de policía. Las autoridades mantienen abierta la investigación para aclarar los detalles y el móvil del ataque, aunque Waltz ha asegurado que se trata de un acto deliberado y dirigido.
Tras el ataque, se ha desplegado una intensa operación policial para capturar al presunto autor. Los dos domicilios donde tuvieron lugar los disparos se encuentran a unos 13 kilómetros de distancia, entre Champlin y Brooklyn Park, en el norte de Minneapolis. Cuando los agentes se dirigían a comprobar el estado de Hortman, se toparon con un individuo vestido de policía que salía del domicilio de la demócrata que ha perdido la vida. Según las autoridades, el sospechoso abrió fuego contra los policías, que respondieron con disparos, pero el hombre logró huir corriendo. Todo ello ha ocurrido después de una primera alerta por el tiroteo contra John Hoffman, ahora en el hospital.
Dos personas han identificado de forma anónima al sospechoso buscado como Vance Boelter, de 57 años, tal y como ha revelado The Associated Press. Una persona con el mismo nombre y que encaja en la descripción del sospechoso era director en una empresa de seguridad llamada Praetorian Guard Security, con sede en Mineapolis, según datos públicos. Además, según medios locales, Boelter fue designado por Walz en 2019 como representante en un grupo de trabajo sobre el sector privado en el estado de Minesota.
Las autoridades han accedido al vehículo de Boelter, que ha quedado estacionado en el domicilio de Hortman a causa de la persecución. El coche imitaba la estética policial, con luces incluidas, y en su interior los investigadores han encontrado una lista con varios posibles objetivos, entre los que se encontraban las víctimas del ataque y otros legisladores estatales. Ante esto, se han movilizado recursos de seguridad para proteger a las personas que aparecen mencionadas. El FBI está plenamente involucrado en las operaciones en Minnesota, según ha confirmado su subdirector Dan Bongino. Con la búsqueda todavía activa, las autoridades han pedido precaución a la población y han ordenado el confinamiento en el municipio de Brooklyn Park. También han advertido que, si alguien recibe la visita de un agente, debería llamar de inmediato al 911 para verificar su identidad. De momento, solo los policías acreditados que patrullan por parejas tienen autorización para interactuar con los vecinos.
Walz, candidato demócrata a la vicepresidencia en las últimas elecciones, ha comparecido ante los medios poco después de conocerse la noticia. La ex mano derecha de Kamala Harris ha calificado el ataque de "asesinato políticamente motivado" y ha destacado la figura de su compañera de partido, Melissa Hortman: "Era una servidora pública formidable. Es insustituible". En cuanto al senador John Hoffman y su esposa, Walz ha afirmado que son "cautelosamente optimistas" respecto a su recuperación y ha hablado abiertamente de un "intento de asesinato".
La Casa Blanca también ha reaccionado con contundencia a lo sucedido. El presidente Donald Trump ha sido informado del ataque y ha asegurado a través de su portavoz, Karoline Leavitt, que "una violencia tan horrorosa no será tolerada en Estados Unidos". En un comunicado difundido en las redes sociales, el republicano calificó el tiroteo como un ataque dirigido contra legisladores estatales y garantizó que el Departamento de Justicia, junto con el FBI, persigue a los responsables hasta las últimas consecuencias legales. "Dios bendiga al gran pueblo de Minnesota, un lugar realmente extraordinario", ha concluido. Por su parte, la fiscal general, Pam Bondi, ha confirmado que sigue de cerca el caso y ha reiterado que "esta violencia horrorosa será perseguida con toda la fuerza de la ley".
Los tiroteos se han producido en un momento de creciente tensión política en Estados Unidos, con un aumento de los ataques, intimidaciones y acosos contra cargos electos en todo el país. En este contexto, la excongresista Gabrielle Giffords, que lidera la organización GIFFORDS para la prevención de la violencia armada, se ha pronunciado sobre el atentado: "Estoy horrorizada y con el corazón roto por el ataque contra dos servidores públicos patrióticos", ha declarado. "Un ataque contra representantes es un ataque a la democracia norteamericana. Los líderes deben alzar la voz y condenar el extremismo violento que amenaza todo lo que representa este país". Giffords conoce de primera mano la magnitud de este tipo de tragedias, dado que en el 2011 sobrevivió a un atentado en el que recibió un disparo en la cabeza, un ataque que causó seis muertos y doce heridos.