El grupo terrorista Hamás ha reactivado esta noche el lanzamiento de cohetes contra localidades israelíes, mientras no prosperan los intentos de alto el fuego que intentan Egipto, EE.UU. y también Rusia. Algunos cohetes eran de largo alcance y han sido lanzados contra Tel Aviv, Eilat e incluso el aeropuerto internacional de Ben Gurion.

Las localidades de Ashdod y Ashkelon, esta última escenario de las historias bíblicas de Sansón y Dalila, también han resultado afectadas por el impacto de los cohetes.

Mientras tanto, el gobierno israelí está estudiando una operación terrestre sobre Gaza, con la entrada del ejército, después de que los rais aéreos no se han revelado efectivos para acabar con los ataques, y tampoco el fuego desde carros de combate a distancia. El ministerio de Defensa ha movilizado primero a 7.000 reservistas, y después ha añadido 9.000 más, y está desplazando efectivos militares a la frontera.

El ejército israelí presentará este viernes un plan estratégico al Gobierno sobre la entrada terrestre en Gaza, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, tendrá que tomar una decisión definitiva. La entrada por vía terrestre es un incremento evidente de la escalada, y comporta muchos riesgos para todas las partes, también porque se incrementará el número de bajas de soldados, según la prensa israelí.

Una de las calles de Gaza después de un ataque aéreo israelí | EFE

Coincidiendo con este posible endurecimiento de la situación se han multiplicado los contactos, y el director de Políticas y Asuntos Militares Políticos del Ministerio de Defensa israelí, Zohar Palti, se ha reunido en Washington con el subsecretario de Políticas de Defensa de Estados Unidos, Colin Kahl, según el Pentágono.

Los observadores están analizando si se está abriendo otro foco de conflicto en la frontera con el Líbano, porque hoy se han lanzado tres cohetes hacia Israel, desde el campo de refugiados palestinos de Rashidieh, que han acabado impactando en el mar.