Desde el viernes pasado, el ejército israelí ha destruido cerca de 200 lanzadores de misiles iraníes, que representan aproximadamente dos tercios del arsenal total de este tipo de armas que tenía Irán. No obstante, según un alto cargo militar israelí, el país persa todavía dispone de más de 100 lanzadores operativos, los cuales podrían causar daños graves en las ciudades israelíes si fueran utilizados. Esta afirmación se hizo durante un encuentro virtual con periodistas, en el que el portavoz ofreció detalles sobre el conflicto en curso entre ambos países.

En respuesta a los ataques israelíes dentro de su territorio, Irán ha lanzado unos 450 misiles balísticos contra Israel y más de 1.000 drones, lanzados no solo desde Irán, sino también desde Iraq y otras ubicaciones no especificadas. Según la fuente israelí, cuando empezó la contraofensiva de Israel, Irán disponía de unos 2.000 misiles balísticos y pretendía duplicar o triplicar esta cifra en menos de un año. Esta acumulación de armamento se percibía como una amenaza existencial para Israel, por lo que se ha intensificado su actuación militar.

Preparación de la operación militar

El militar explicó que la operación aérea de Israel contra Irán ha sido planificada durante años, ya que supone un gran reto logístico y operativo, vista la larga distancia —hasta 2.000 kilómetros— que separa ambos países. Actualmente, la Fuerza Aérea israelí sigue llevando a cabo bombardeos en varios puntos de Irán, principalmente en Teherán y sus alrededores. Uno de los objetivos atacados ha sido el reactor nuclear de la región de Arak. Aunque este no estaba activo en el momento del ataque, según las informaciones de inteligencia, Irán tenía la intención de reactivarlo para producir plutonio, elemento clave para fabricar armas nucleares.

El oficial israelí advirtió que Irán podría disponer de bastante uranio enriquecido para construir bombas nucleares "en cuestión de días", cosa que ha incrementado la sensación de urgencia dentro de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). La campaña militar ha empezado con ataques al oeste de Irán, y progresivamente se ha extendido hacia Teherán, en el centro del país, y ahora avanza hacia el este con el objetivo de neutralizar más lanzadores de misiles.

Con respecto a la duración de la operación, el portavoz militar ha indicado que las FDI tienen unos objetivos militares claramente definidos y que seguirán actuando hasta alcanzarlos. Una vez conseguidos estos objetivos, se determinará qué política adoptar de cara al futuro. No obstante, dejó claro que todavía no se ha llegado a este punto, y que el conflicto continúa activo, con ataques y contraataques que podrían tener graves repercusiones tanto en la región como a escala internacional.