Durante la campaña de las elecciones andaluzas, desde Vox se vendía Macarena Olona (entonces la comunión entre ella y Santiago Abasacal era absoluta, a diferencia de ahora) como la Giorgia Meloni de Granada. Entonces, cuando la líder del neofascismo italiano participó en uno de los mítines del partido ultraderechista poca gente lejos de este entorno sabían quien era esta mujer, que encabeza los Fratelli d'Italia y también todas las encuestas para las elecciones italianas de este fin de semana. Ahora, está a punto de convertirse en presidenta del país, mientras espera que su más que posible victoria pueda suponer al mismo tiempo un empuje para los ultras españoles, aunque estos se han desinflado en las encuestas, en gran parte por la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del PP.

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Ahora, en una entrevista en Efe, y con la confianza en que da una buena posición en los sondeos, ha asegurado que espera que si la ultraderecha acaba triunfando en Italia, como todo indica que tiene que pasar después de una campaña marcada por sus polémicas publicaciones en las redes sociales, esta victoria acabe suponiendo un empuje también para los partidos españoles más conservadores. Con todo, ella no se refiere a los Fratelli ni tampoco a Vox como ultraderecha, sino que habla de centroderecha, aunque sus propuestas son claramente extremistas y el partido proviene del movimiento neofascista italiano.

Relación de amistad con Santiago Abascal

Así, Meloni espera que "el centroderecha italiana gane las elecciones y que eso pueda abrir un camino similar a España los próximos meses. En tiempos difíciles, como los que estamos viviendo, la concreción y el pragmatismo de los conservadores son mucho más efectivos que las recetas ideológicas de la izquierda". Con todo, tal como ha reconocido la misma política, durante la campaña no ha recurrido a Abascal para intentar arañar votos entre los votantes de derechas que tienen muchas opciones por escoger en estas elecciones. Con todo, sí que lo ha llamado, algo nada excepcional según Meloni, ya que los une "el respeto mutuo, la amistad y la lealtad".

Tal como apunta Meloni en la misma entrevista, la campaña electoral en Italia ha sido corta después de que se convocaran las elecciones a finales de julio. Fue entonces cuando cayó Mario Draghi, hasta ese día primer ministro. Los resultados de esta votación parlamentaría fueron una sorpresa porque en un país con una cultura política volátil, Draghi había conseguido generar consenso. De hecho, su gobierno "de unidad nacional" sumaba a todos los partidos menos uno, precisamente los Fratelli de Meloni. Aunque las encuestas muestran un triunfo plácido de su coalición, hace falta tener en cuenta que hay un 40% de indecisos.