Después de que en el 2011 un tsunami golpeas la costa del Japón provocante miles de bajas y el gran accidente nuclear de la central Fukushima Daiichi, la zona en torno a la central quedó deshabitada por culpa de su radioactividad. Durante la última década las autoridades niponas han trabajado para descontaminar la zona de exclusión y progresivamente algunos habitantes ha ido retornando en las ciudades que rodean la central. Ahora, el municipio más próximo se prepara para recibir de nuevo a los supervivientes de esta catástrofe. Desde este jueves el gobierno japonés permite pernoctar en la ciudad de Futaba.

La orden de evacuación sobre la zona de Fukushima sigue vigentes desde hace más de una década y se ha ido retirando de algunos pueblos y ciudades gradualmente. Como toda la gestión del desastre nuclear ha estado a poco en poco y muy vigilada. Ya hace tiempo que se podía acceder a Futaba, pero ahora se podrá hacer noche. En otras palabras, está más cerca de recuperar la ciudad que perdieron hace años. Tanto es así que se prevé que la orden de evacuación se levante definitivamente el mes de junio de este 2022, según informa Efe.

Aunque la población japonesa está recuperando milímetro a milímetro el terreno perdido por el accidente nuclear, la situación todavía no está completamente normalizada. Un 2,4% de la superficie de Fukushima, la tercera prefectura mayor de Japón, siguen siendo "zonas de difícil retorno", y localidades como Futaba que permanecen sin uno solo habitante real.

6.000 habitantes censados

Aunque ningún ciudadano de Futaba ha estado viviendo en la localidad, actualmente esta cuenta con unos 6.000 empadronados, sin embargo, los domicilios se sitúan de facto fuera de los terrenos del pueblo. Futaba es la única localidad afectada por el desastre que sigue teniendo el acceso restringido totalmente para vivir allí por la radiación.

Sin embargo, la restricción no era completamente total, ya que de entrada se levantó parcialmente en marzo del 2020 para permitir la reanudación de ciertas actividades a la oficina municipal. Ahora, se permitirá pernoctar en los terrenos del pueblo, no únicamente en las zonas adyacentes, de donde sacaba a la mayoría de sus supuestos residentes. Hasta finales del 2021 había 3.613 personas certificadas como residentes en áreas designadas de exclusión a Futaba, pero muchos ya han demolido su casa y solo 15 personas de 11 hogares han solicitado el permiso de pernoctación.

La descontaminación y la construcción de infraestructuras se ha llevado a cabo en unas 780 hectáreas, un 15% de la superficie afectada. El desastre dejó devastación en el terreno y en la población, ya que más de 180.000 personas murieron o continúan desaparecidas desde el terremoto de magnitud 9,0 que golpeó Japón hace una década.