Nueve años después del accidente nuclear de Fukushima (Japón), la vida humana es inexistente en las zonas próximas a la central, pero los investigadores han descubierto más de 20 especies viviendo allí. A través de un estudio publicado en la revista científica Journal of Frontiers in Ecology and the Environment, se recoge a partir de más de 267.000 fotos que se han podido ver jabalíes, liebres japonesas, macacos, faisanes, zorros y mapaches cerca de la zona de exclusión. Se escogieron tres zonas: la de exclusión, de la que las personas fueron trasladadas por los elevados niveles de radiación; la de restricción, donde hay un nivel intermedio; y las zonas habitables, donde los niveles de radiación son muy bajos.

El estudio, hecho por un equipo de cinco investigadores de la Universidad de Georgia (Estados Unidos), recoge que, por ejemplo, el jabalí, que normalmente está en conflicto con el ser humano, fue fotografiado en zonas evacuadas por el hombre. "Eso quiere decir que estas especies han aumentado en número después de la evacuación de personas", explicaba James Beasley, líder de la investigación.

Ahora bien, aunque se puede constatar que en las zonas próximas a Fukushima hay vida, no se puede evaluar cuál es su calidad. El profesor del Instituto de Radioactividad Ambiental de la Universidad de Fukushima y también participante en la investigación, Thomas Hinton, asegura que los resultados no son una evaluación de la salud de los animales. Según han recogido varios medios, Hinton ha detallado que "esta investigación hace una contribución importante porque examina los impactos radiológicos en las poblaciones de vida silvestre, mientras que la mayoría de estudios anteriores han buscado efectos en animales individuales".