Antidisturbios, bombas de humo, capuchas, paraguas y chalecos amarillos. Este es el panorama en las calles de las grandes ciudades francesas a una semana de la segunda vuelta de las presidenciales. Miles de personas han salido a la calle este sábado en rechazo de los dos candidatos, el liberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen. Para muchos jóvenes de Francia, que desde la primera vuelta|bóveda de los comicios se han movilizado con fuerza, los candidatos al Elíseo no son más que dos caras de la misma moneda, y se ven forzados a escoger 'el menos peor' de dos males. Es por eso que uno de los lemas de las manifestaciones convocadas para este sábado es "no a la extrema derecha". En Rennes (Bretaña), ya ha habido fuertes enfrentamientos con los antidisturbios, después de que la prefectura del territorio haya prohibido las concentraciones. Muchos de los asistentes en esta ciudad llevan la cara cubierta y paraguas con el fin de no ser identificados y protegerse de los proyectiles de las fuerzas de seguridad. En París, la manifestación se está llevando a cabo en estos momentos, donde también ha habido muchas cargas policiales.

 

Batalla campal en Rennes

Los manifestantes de Rennes, muchos de ellos chalecos amarillos, han chocado con los antidisturbios, que han utilizado cañones|caños de agua y puedes de gas lacrimógeno para disuadirlos. Por su parte, los asistentes han hecho barracas con vallas de tráfico, contenedores y mobiliario de las terrazas. En la plaza de la República de Perpinyà también se han congregado centenares de personas, más concretamente contra Marine Le Pen. 77 colectivos del país han convocado manifestaciones contra la extrema derecha en ciudades como París, Niza, Tolosa o Lille, entre otros. En París, se espera también a la misma hora una concentración anti-Macron, organizada por el antiguo número dos de Marine Le Pen, Florian Philippot.

Segunda vuelta

La segunda vuelta|bóveda de las elecciones presidenciales francesas el próximo 24 de abril será el mismo que en el 2017: un duelo entre el presidente liberal Emmanuel Macron y la candidata de la extrema derecha Marine Le Pen. Se ha llegado a este punto después de una noche electoral de infarto, con un recuento que se ha alargado hasta bien entrada la madrugada. Pero las fuerzas con que llegan los dos presidenciables es muy diferente de la de hace cinco años. Entonces la distancia fue de 32 puntos. Hoy por hoy, las encuestas lo acortan hasta los cuatro: 51% contra 49%. La participación ha sido más baja que hace cinco años, pero finalmente más alta que la prevista por los sondeos.