Siete meses de guerra, territorios anexados perdidos, y una farsa que es cada vez más difícil de sostener. Los comentaristas que diseminan propaganda a favor del régimen de Vladímir Putin en la televisión rusa hace días que tienen problemas para hablar de la 'operación militar especial' en Ucrania con optimismo. Si bien en un principio estos programas se encargaron de 'preparar' la población por la movilización militar, fomentando el odio a los ucranianos y su cultura, y justificando la fuerza militar a base de información falsa, parece que en los últimos días se les ha complicado la cosa. "Durante meses, no solo no avanzamos, sino que retrocedemos", lamenta un periodista ante la noticia que el ejército ruso se ha retirado de Liman con graves pérdidas entre sus filas, "al menos no tenemos que callar cómo lo tuvimos que hacer con Járkov", celebra entre suspiros. Por su parte, un experto militar condena las "mentiras" que asegura que se dicen dentro del ejército para favorecer las cifras sobre la guerra, y que les acaba costando posiciones clave, como es el caso de Liman.

"¿Qué está pasando?"

Alguna cosa se está moviendo en los medios rusos. A principios de la guerra, en programas como este los comentaristas hacían debates, y a menudo todo degeneraba en un concurso de ver quién la decía más gorda sobre Ucrania. En las últimas semanas, y ante la polémica por la movilización militar y el éxodo de ciudadanos que ha derivado, parece que se haya formado una grieta en la máquina propagandista, una grieta visible y en directo. En un programa emitido esta semana, el exmilitar y diputado Andrey Gurulyov es incapaz de decir qué ha pasado en Liman, territorio recientemente liberado por la defensa ucraniana, a pesar de ser anexionado hace pocos días por Moscú. A la pregunta "¿Qué está pasando"?, responde: "No puedo explicar la rendición de Liman. Honestamente, desde un punto de vista militar, no me lo explico", lamenta el veterano.

Críticas a la estrategia militar en la TV rusa

Los dos, presentador y entrevistado, están visiblemente decepcionados, y el experto militar vuelve: "Quizás este es un punto de inflexión, no solo en el sentido militar, sino políticamente. Honestamente, no puedo entender por qué después de tanto tiempo no podían evaluar la situación con precisión. Por qué no tomaron una decisión para reforzar el grupo que estaba defendiendo a Liman", se pregunta, para después señalar como son de esenciales los "cálculos de la capacidad militar" antes de ir a la guerra. En este punto, la careta propagandística parece haber caído por completo: "El problema que tenemos es el envío constante de informes positivos, o directamente decir mentiras constantemente", asevera Gurulyov. "Este sistema no va desde abajo hacia arriba-", y esta es la última crítica que podemos oír justo antes de que, oportunamente, se estropee la conexión telemática.