Estonia se convierte en el primer país de la Europa del Este y la primera república exsoviética en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. El Parlamento del país ha aprobado la ley que legaliza el matrimonio homosexual este mismo martes, pero no entrará en vigor hasta el 2024. Ha sido aprobada por 55 votos a favor y 34 en contra, según destaca el canal de noticias público del país ERR. Los votos afirmativos han llegado de los diputados de la coalición de gobierno, formada por partidos liberales y socialdemócratas. Además, tal como resalta RTVE, la propuesta incluye también un cambio en la definición del matrimonio para incluir a dos personas adultas, sin tener en cuenta el género.

"Todo el mundo tendría que tener acceso a casarse con la persona que ama y con la que se quiere comprometer", ha destacado a la primera ministra, Kaja Kallas. "Con esta decisión nos situamos al lado de los países nórdicos y con el resto de países democráticos del mundo, donde se ha garantizado la igualdad del matrimonio", ha destacado.

"También demuestra que nuestra sociedad se preocupa y que nos respetamos los unos en los otros. Estoy orgullosa de Estonia", ha concluido la primera ministra.

La enmienda aprobada este martes también modificó las normas que afectan a las parejas de hecho o uniones civiles, una figura existente en Estonia tanto para parejas heterosexuales como a homosexuales desde el 2016, ha destacado Efe.

¿Qué piensan de la homosexualidad en Estonia?

La ley aprobada, sin embargo, no esconde los datos del país. El 58% de los ciudadanos del país da apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo, según una encuesta del Centro de Derechos Humanos que recoge RTVE. Hace una década solo era el 34%. En la franja de edad de entre 20 y 29 años lo aprueba hasta el 75%.

Ahora bien, el 38% de los estonios consideran todavía que la homosexualidad no es aceptable. Y otro dato curioso es que la minoría rusa, que representa un cuarto de la población, se opone especialmente. Solo el 40% le da apoyo.

Según Reuters y con datos del gobierno, las personas LGTBI en Estonia son discretas y la mitad ha sufrido acoso. Por ahora, Letonia y Lituania tienen paradas en sus respectivos parlamentos las leyes sobre el matrimonio homosexual.