El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha asegurado este lunes que el Gobierno de los Estados Unidos le ha retirado el visado. "Yo ya no puedo ir (a Estados Unidos) porque creo que me han quitado el visado. No tenía necesidad de tener visado, pero bien. Ya he visto El Pato Donald varias veces, así que me dedicaré a ver otras cosas", ha ironizado el líder sudamericano durante un Consejo de Ministros este lunes pasado. El mandatario mencionó la cuestión del visado mientras comentaba que el ministro de Hacienda, Germán Ávila, se encontraba en Washington para participar en las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. A pesar de anunciar la retirada del visado, Petro no especificó detalles sobre los motivos por los cuales, según él, los Estados Unidos le habrían cancelado el derecho a viajar al país.

Sin embargo, antes de las mediáticas declaraciones, Petro también tuvo palabras de agradecimiento para los Estados Unidos, pero no a su Administración, sino al Tribunal Supremo. El presidente agradeció a la máxima instancia judicial norteamericana, "que ha sacado la cara por la humanidad, por la democracia y por los fundamentos de la República en contra de las tesis jurídicas de Hitler y Mussolini", haciendo referencia a la decisión del pasado sábado de la Corte Suprema de parar temporalmente las expulsiones de venezolanos migrantes en El Salvador. Petro también comparó el holocausto nazi con la deportación masiva del pueblo venezolano y abogó por la unión de los países latinoamericanos ante la situación geopolítica mundial.

Ninguna sorpresa, quien avisa no es traidor

Si Gustavo Petro no se ha mostrado sorprendido por la presunta decisión de la administración americana es porque hay precedentes. El presidente colombiano y Donald Trump no acumulan buenos recuerdos, y esta acción de Estados Unidos no sería más que un nuevo movimiento dentro de las relaciones mejorables entre los dos países (o al menos, entre ambos mandatarios). Seis días después de que el presidente Trump tomara posesión del cargo, Colombia y los Estados Unidos ya tuvieron una disputa a consecuencia de la decisión de Petro de no permitir el aterrizaje de dos aviones de migrantes provenientes de los Estados Unidos. En aquel momento, la Casa Blanca advirtió que retiraría el visado al presidente, así como a los miembros del gobierno y a otros políticos o personas del entorno de Petro.

La última polémica entre Petro y autoridades norteamericanas incidió también en la migración, deportación y criminalización de ciudadanos de origen sudamericano, hecho que preocupa especialmente al mandatario colombiano. La secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Kristi Noem, afirmó que durante una reunión mantenida el 27 de marzo con Gustavo Petro en Bogotá, el presidente colombiano dijo que "se malinterpreta a los miembros del Tren de Aragua, que en realidad solo son personas que necesitan más amor y comprensión" y que algunos "miembros del cártel eran sus amigos". Petro negó estas declaraciones, atribuyéndolas a un posible error de traducción, y explicó que, cuando Noem le preguntó por el Tren de Aragua, respondió que en Colombia estos jóvenes habían sido excluidos por la migración forzada desde Venezuela.

El visado como herramienta diplomática

Así pues, si la decisión se confirma, sería el primer presidente en ejercicio al cual el gobierno de Trump retira el visado, pero tampoco se trataría de un caso demasiado excepcional. Gustavo Petro sería el siguiente de una lista de cargos políticos y ciudadanos internacionales a los cuales la Administración Trump ha retirado el visado. En esta lista constan nombres como el de Óscar Arias Sánchez, expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, que comparó a Donald Trump con un emperador romano y con Rodrigo Chaves: "Cualquiera que lo critica se convierte, no en su adversario, como tiene que ser en una democracia, sino en su enemigo", sostuvo en una entrevista el pasado 13 de marzo. Estos hechos constituyen la instauración de una tendencia (ni mucho menos exclusiva, pero sí especialmente visible en este caso) del gobierno de Trump a utilizar el visado como herramienta diplomática, económica y política.

Desde que asumió la presidencia el 7 de agosto de 2022, Petro ha viajado varias veces en los Estados Unidos para participar en la Asamblea General de la ONU, reunirse con el presidente Joe Biden y asistir a foros privados. Si se confirma su versión, Petro sería el segundo presidente colombiano en ejercicio a quien los Estados Unidos retiran el visado, después de Ernesto Samper el año 1996, cuando se reveló que su campaña electoral había recibido dinero del narcotráfico. Hasta ahora, la embajada de los Estados Unidos en Colombia no ha confirmado ni se ha pronunciado oficialmente sobre la retirada de visado.