El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó este jueves el doble atentado "suicida" que el miércoles dejó al menos 84 muertos en la localidad de Kerman, en el sur de Irán, durante la celebración del cuarto aniversario del asesinato del comandante iraní Qasem Soleimaní a manos de Estados Unidos. El grupo terrorista dijo en un comunicado difundido a través de sus canales de Telegram que dos de sus miembros "se dirigieron hacia una gran concentración" cerca de la tumba de Soleimaní en Kerman e "hicieron detonar sus cinturones explosivos", lo que provocó la muerte de 84 personas y heridas a más de 200, según las autoridades iraníes. 

Precisamente el ministro del Interior de Irán, Ahmad Vahidi, ha rebajado este jueves a 84 la cifra de fallecidos en el atentado terrorista del miércoles en la ciudad de Kerman, frente a los 103 que se anunciaron en un primer momento, si bien ha reconocido que aún hay varias personas en estado crítico y en condiciones "poco favorables". Según informa la agencia iraní Tasnim, vinculada a los Guardianes de la Revolución, Vahidi ha dado esa cifra durante la visita a varios hospitales de la zona, citando datos de los forenses. La nota no explica el motivo por el que la cifra se ha reducido en casi 20 personas.

El ministro también ha indicado que de las 284 personas que resultaron heridas, 220 aún siguen hospitalizadas, la mayor parte en condición estable o que solo necesitan "cirugías menores". "Las agencias de Seguridad, Inteligencia y Justicia están en plena alerta y en control, ejecutando sus planes de acuerdo con los protocolos establecidos", ha asegurado Vahidi en referencia a la situación en la zona, donde se ha producido uno de los atentados terroristas más graves en territorio iraní en las últimas décadas.

Vahidi ha detallado que el ataque fue perpetrado con materiales "altamente explosivos" y dirigidos a civiles, que recibieron heridas por metralla, lo que constituye un acto terrorista "reprensible, cobarde y malicioso". "El incidente demuestra la profundidad de la maldad del enemigo", ha añadido. El ministro ha asegurado que los "perpetradores" del ataque serán detenidos por las fuerzas de seguridad e Inteligencia y que quienes los apoyan "temerán la ira de la nación iraní".

Las explosiones se produjeron este miércoles en una ceremonia para conmemorar el cuarto aniversario de la muerte de Soleimani, asesinado por el ataque de un dron estadounidense en 2020. Horas después de las explosiones, las autoridades locales apuntaron ya a un ataque terrorista. Tanto el vicegobernador de Kerman como el ministerio del Interior de Irán vincularon las explosiones a un acto terrorista.  Según la agencia de noticias IRNA, la primera explosión se produjo cerca de la tumba de Soleimani y la segunda a pocos kilómetros minutos más tarde. Dos fuentes sin identificar aseguran a la agencia de noticias Tasnim que había dos bolsas bomba en la entrada del cementerio de los mártires de Kerman. Miles de personas se habían concentrado en Kerman por el homenaje al general iraní asesinado por EE. UU. en territorio iraquí.