El gobierno español se opondrá a cualquier intento por parte de Escocia de permanecer en el mercado único o cualquier otra fórmula que le permita seguir vinculada a la UE si el resto del Reino Unido culmina el Brexit. El principal argumento de esta negativa es el miedo a animar a los movimientos separatistas que hay dentro del territorio español como el catalán o el vasco.

Así lo afirma el eurodiputado Esteban González Pons, líder de la delegación de eurodiputados españoles en el Partido Popular europeo, en una entrevista en el diario británico The Telegraph. Sin el voto a favor de España, Escocia no podrá mantenerse dentro del Área Económica Europea (EEA), ya que requiere la aprobación de todos los estados miembros. En este sentido, González Pons afirma que las propuestas planteadas por la premier escocesa Nicola Sturgeon para llegar a acuerdos son "imposibles".

El eurodiputado, después de una reunión con el ministro del Exterior, Alfonso Dastis, explica que el gobierno español quiere ser "el mejor amigo" del Reino Unido durante las negociaciones del Brexit, ya que eso es "la opción más inteligente". Por eso, "España tiene muchas razones para mantener el mismo punto de vista sobre la cuestión escocesa que el gobierno de Londres".

Aparte de los movimientos independentistas, a España también le preocupa la situación de Gibraltar. "Si España llega a un acuerdo especial con Escocia después de Brexit, tendría que negociar una posición especial para Gibraltar, aceptando que podría ser parte del mercado único", añade.

Algunas informaciones apuntan que Nicola Sturgeon tiene previsto presentar propuestas específicas a principio del próximo mes para que Escocia se mantenga en el mercado único de la UE, aunque salga el resto del Reino Unido. En caso de que no se acepte ninguna propuesta, ha amenazado con convocar un segundo referéndum de independencia.