Mucho antes de que las tropas rusas pusieran un pie en territorio ucraniano, se empezó a producir un éxodo de diplomáticos y embajadas ante la amenaza de alguna acción militar rusa. Los peores pronósticos se cumplieron, superando todas las expectativas, cuando el 24 de febrero el ejército ruso invadió Ucrania. Ahora, sin embargo, el gobierno de Eslovenia ha decidido volver a tener representación diplomática en Kyiv. "Eslovenia reenviará la semana que viene a Kyiv a su representante diplomático y su equipo. Todos son voluntarios. Intentamos que la UE haga lo mismo. Ucrania necesita un apoyo diplomático directo para que acabe cuanto antes la agresión y se alcance la paz", ha anunciado el primer ministro, Janez Jansa.
Ya desde el inicio de la crisis en Ucrania, antes de la invasión, los diplomáticos eslovenos fueron de los últimos en abandonar el país. El embajador esloveno, Tomaz Mencin, se marchó de la capital al empezar los ataques rusos contra la ciudad. El primer ministro Jansa, quien, junto con sus homólogos polaco y checo, se desplazó el martes a Ucrania, dijo a su retorno en la televisión pública eslovena que en la capital ucraniana quedaban solo los embajadores de Polonia y del Vaticano y que los ucranianos se sienten abandonados. "Si en todo el cuerpo diplomático de la UE no hay nadie tan valiente como lo es el diplomático del Vaticano, entonces no nos merecemos tener diplomacia", sentenció, según recoge Efe. Unos días después, ha decidido actuar en consecuencia y ha anunciado el retorno de la diplomacia de su país a Ucrania. Justifica esta decisión y dirige esta petición a la UE para que haga lo mismo, porque la diplomacia existe para "resolver situaciones, ofrecer la posibilidad de negociaciones aun en medio de ataques, no para andar entre banquetes".
Sin rendirse, sin corredor humanitario
Mientras se trabaja desde la diplomacia, los ataques sobre la población civil no se detienen, especialmente en Mariúpol. La ciudad portuaria del mar de Azov se ha convertido en uno de los principales objetivos rusos. Desde hace días, el sitio de las tropas rusas no deja ni un respiro a los ciudadanos, que malviven en la ciudad sin gas, suministros y agua. En las últimas horas, Rusia ha dado un ultimátum a Ucrania con respecto a Mariúpol: el ejército ucraniano tendría que entregar las armas y abandonar la ciudad antes del mediodía de este lunes. El Ejecutivo de Zelenski ha cerrado la puerta rápidamente a esta opción. Desde el gobierno ucraniano se ha tildado de "delirio", "manipulación" y "retroceso" la propuesta rusa.
Las fuerzas armadas ucranianas no piensan entregar las armas a los rusos en Mariúpol, pero tampoco tienen muchas vías de acción, como el propio gobierno ucraniano reconoció hace días. Las fuerzas rusas hace un par de días que han tomado el control total del mar de Azov, de modo que tienen completamente rodeada la ciudad. Este es uno de los posibles motivos por los cuales en los ocho corredores humanitarios anunciados este lunes por Ucrania no hay ninguno hacia Mariúpol.