Escala la tensión EE.UU.-Rusia. En un mensaje de este jueves en su plataforma Truth Social, Donald Trump ha ordenado reanudar las pruebas nucleares tras los ensayos rusos. "Debido a los programas de pruebas de otros países, he dado instrucciones al Departamento de Guerra para que empiece a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Este proceso empezará inmediatamente", ha anunciado el presidente de Estados Unidos. El republicano ha añadido que su país tiene "más armas nucleares que ningún otro país", más que Rusia y que China, que se sitúa en un "distante" tercer lugar. Precisamente, el mensaje de Trump ha llegado de forma paralela a una reunión fructífera con su homólogo chino, Xi Jinping, en Corea del Sur. 

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En esta línea, el presidente de EE. UU. ha autorizado que Seúl posea submarinos de propulsión nuclear, lo que abre la vía legal para que puedan operar una flota de este tipo que les permita hacer frente a la superioridad de Corea del Norte. "Nuestra alianza militar es más sólida que nunca y, con base en esto, he autorizado la construcción de un submarino de propulsión nuclear, en lugar de los anticuados y mucho menos ágiles submarinos de propulsión diésel que poseen actualmente", ha expresado en un mensaje en Truth Social. La autorización se ha producido tras una reunión con el presidente surcoreano, Lee Jae-myung, e incluye que "Corea del Sur construirá su submarino de propulsión nuclear en los astilleros de Filadelfia".

Las amenazas rusas: Poseidón y Burevestnik

Los anuncios de Trump han llegado después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, dirigiera el pasado 22 de octubre maniobras por tierra, mar y aire de las fuerzas nucleares. En estos ejercicios "rutinarios", las fuerzas nucleares lanzaron un misil balístico intercontinental Yars —de un alcance de hasta 12.000 kilómetros— desde el cosmódromo de Plesetsk, que se encuentra a casi 800 kilómetros al norte de Moscú. El misil fue lanzado hacia el polígono de Kura, en la península de Kamchatka, a más de 6.000 kilómetros del lugar del lanzamiento. También participaron el submarino nuclear Briansk, que lanzó un misil balístico Sineva desde el mar de Barents; y varios bombarderos estratégicos TU-95C, que dispararon misiles de crucero. Los ejercicios tuvieron lugar después del aplazamiento de la cumbre EE. UU.-Rusia en Budapest, a raíz de la negativa rusa a cesar las hostilidades en Ucrania.

Ahora bien, no hace falta ir hasta el 22 de octubre. Fue este mismo miércoles cuando Putin anunció un ensayo exitoso del sumergible atómico no tripulado Poseidón, poco más de una semana después de una prueba con un misil de crucero de propulsión nuclear, el Burevestnik. "Ayer hicimos una nueva prueba de otro sistema prometedor, el submarino no tripulado Poseidón, también de propulsión nuclear", dijo el presidente ruso, que destacó que "por primera vez fue posible no solo lanzarlo desde un submarino portador usando un motor auxiliar, sino también poner en marcha su sistema de propulsión nuclear, con el que el aparato ha navegado un cierto período de tiempo".

La histeria militarista de Europa

La potencia de Poseidón "supera significativamente" las del misil intercontinental Sarmat, capaz de portar 10-15 ojivas nucleares de guiado individual, y que entrará pronto en servicio en las fuerzas nucleares. "Además, por velocidad, por la profundidad en la que navega este aparato, no tiene análogos en el mundo y difícilmente los tendrá próximamente", aseguró Putin, que insistió en que el ensayo de esta arma es un "enorme éxito" y destacó como gran ventaja que el propulsor atómico de Poseidón es "cien veces más pequeño" que el reactor nuclear de un submarino. Y recordemos que el pasado día 21 se hizo un ensayo con el misil de crucero Burevestnik, también de propulsión nuclear, que tiene un "alcance ilimitado". Al respecto, el Kremlin defendió que el despliegue y los ensayos de armamento ruso de nueva generación tiene que ver con "la histeria militarista" vigente en Europa.

Volviendo a Corea del Sur, hace tiempo que quieren desarrollar sus propios submarinos propulsados por reactores nucleares, a pesar de las restricciones legales y tecnológicas derivadas del pacto sobre energía atómica con los EE. UU. —que les prohíbe enriquecer uranio o reprocesar combustible nuclear para finalidades que no sean pacíficas o civiles—. Puesto que los submarinos de propulsión nuclear requieren uranio altamente enriquecido o combustible nuclear especializado regulado por este acuerdo, Seúl no puede proceder sin la aprobación explícita de Washington. Actualmente, solo seis países del mundo poseen y operan submarinos de propulsión nuclear, un aparato con el que Seúl quiere revertir la superioridad de Pyongyang —que triplica la flota de su vecino del sur—.