El emperador de Japón, Akihito,  abdicará el 30 de abril de 2019, casi tres años después de anunciar su deseo de renunciar, según la fecha marcada este viernes por el gobierno para permitir la primera sucesión en vida de un monarca en dos siglos a Japón.

Akihito, de 83 años, cederá el Trono de Crisantemo al príncipe heredero Naruhito el 1 de mayo de 2019, tal como marca el calendario del Ejecutivo después de celebrar una reunión en Tokio con representantes de la Casa Imperial y expertos jurídicos.

El emperador manifestó su voluntad de abandonar el cargo en agosto del 2016 a través de un excepcional mensaje televisado, pero las particularidades de la Constitución y del sistema político le han vertido a una larga espera hasta cumplir su deseo.

Para que su sucesión en vida sea posible, ha sido necesario aprobar una normativa específica que sólo se aplicará a su caso, dado que la Carta Magna no contempla este supuesto, además de ajustar a los intereses del Ejecutivo el calendario del tortuoso proceso legislativo y administrativo que comporta la abdicación.

Shinzo Abe: "un gran paso para la sucesión en la Familia Imperial"

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha afirmado que la decisión tomada este viernes supone "un gran paso para la sucesión en la Familia Imperial" y ha añadido que el gobierno "hará los esfuerzos necesarios" para facilitar la abdicación, en declaraciones a los medios después de la reunión.

Los ciudadanos japoneses han mostrado en general su comprensión con la voluntad de abdicar de Akihito, una figura muy valorada en el país asiático, así como la complejidad del proceso para su sucesión.

"El emperador está ya muy mayor, y no es necesario que se tenga que esperar hasta su muerte para la sucesión. Creo que está bien cambiar esta costumbre, aunque haya llevado tiempo" ha declarado un ciudadano, Hiroko Tovama, de 70 años. Otro septuagenario, Tetsuo Kikucho ha dicho que le gustaría que el emperador "pudiera relajarse y disfrutar del resto de su vida, aunque no sé cuánto le queda".

Por su parte, Yuuri Kanbara, un joven de 25 años, se ha mostrado "contento" por la medida que aclara la vía para la abdicación, y espera que Akihito "siga trabajando para Japón" hasta que abandone el cargo.

La abdicación coincide con el nuevo año fiscal

El ejecutivo ha escogido finales de abril de 2019 como la fecha para el cambio de emperador con el objetivo de que esta coincida aproximadamente con el inicio del nuevo año fiscal y administrativo – el 1 de abril – un detalle importante en el calendario.

Inicialmente se había estudiado para la abdicación el 31 de marzo de 2019 – justo cuándo concluye el año fiscal japonés- pero el gobierno ha optado finalmente por fijarla un mes más tarde para evitar que la sucesión coincida con las elecciones en asambleas regionales en la mayoría de prefecturas.

El largo plazo transcurrido entre el anuncio realizado por Akihito y la fecha para su retirada se debe a la extrema cautela con la que han actuado tanto la Casa Imperial japonesa como el gobierno, que han querido respetar las escasas atribuciones que asigna la Constitución al emperador.

Cambio de emperador, cambio de era

En Japón, un nuevo ocupante del Trono del Crisantemo comporta también un cambio de era, la cual recibe a su vez un nombre específico que servicio también para referirse al monarca de forma póstuma.

La era actual, denominada "heisei" o paz, se inició el 8 de enero de 1989, el día después de la muerte de Hirohito, anterior emperador y padre de Akihito.

La nueva era marcada por la ascensión en el trono de Naruhito empezará en mayo de 2019 y será bautizada con un nombre que se decidirá previsiblemente el próximo año.

La figura del emperador, de divinidad a "símbolo de Estado"

La figura del monarca, a la cual antes se le atribuía un carácter divino, está ahora definida como "símbolo del Estado" sin poder político, por lo cual en lugar de abdicar de forma inmediata cuando la legislación no lo permitía, el emperador expresó su voluntad de tocarlo de forma indirecta para dar de pie a los procedimientos legislativos necesarios.

Afligido de una frágil salud después de superar varias operaciones de corazón y próstata, Akihito cumplirá los 85 años antes de ceder el trono, y se convertirá en el primer emperador al abdicar, desde la renuncia del emperador Kokaku en 1817.