El referéndum pactado de Nueva Caledonia, que se tenía que celebrar el 12 de diciembre, ha embarrancado en medio de un fuerte malestar de los independentistas, que se quejan de maniobras del presidente de Francia, Emmanuel Macron. A consecuencia de las tensiones, el FLNKS canaco ha anunciado que no participará en el referéndum, con lo que dejaría de tener sentido para resolver el conflicto político.

El conflicto ha estallado después de los contactos entre los independentistas canacos y el ministro francés de Ultramar, Sébastien Lecornu, que según los primeros muestran una voluntad partidista del Gobierno francés. Por una parte, Francia está totalmente decidida a celebrar el referéndum y al mismo tiempo quiere hacer que coincida con el inicio de la campaña para las elecciones presidenciales francesas. "Eso tiene el único objetivo de soldar el Acuerdo de Nouméa a su quinquenio en detrimento de la consulta sobre el futuro de Nueva Caledonia", han indicado los independentistas en un comunicado.

Nueva Caledonia

"Esta actitud privará a los caledonios de una consulta que tenía que transcurrir con una campaña electoral equitativa, con las condiciones aceptadas por todos los grupos políticos implicados", añade. Si se mantiene la fecha del 12 de diciembre, son partidarios de no participar en el referéndum, y reclaman que se aplace a después de las presidenciales francesas, previstas para abril del próximo año.

Tercer referéndum

 

El gobierno de Macron anunció la celebración del referéndum después de una reunión del Consejo de Ministros el pasado mes de julio. La consulta sería la tercera de estas características celebrada siguiendo el acuerdo entre franceses y canacos, que prevé 3 referéndums. Los dos primeros los ganó el unionismo.

Cuando se convocó el referéndum en julio, el portavoz del gobierno francés, Gabriel Attal, habló claramente de la "autodeterminación de Nueva Caledonia". "El gobierno francés se movilizará para garantizar el buen funcionamiento del referéndum, que será el tercero previsto en los acuerdos de Nouméa, con resultados respetados por todo el mundo e incontestables", indicó.

La primera de las consultas tuvo lugar en 1987, y la segunda en el 2018, con el 56,7% de los votantes que apostaron por la permanencia en Francia.

No obstante, el acuerdo planteaba la posibilidad de celebrar un total de 3 consultas si así lo avalaban los legisladores del archipiélago. El 'no' de 2018 fue particularmente decepcionante para el pueblo canaco, la población indígena de Nueva Caledonia.

Contactos con Catalunya

 

En la preparación del referéndum, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, firmó un acuerdo de colaboración interparlamentaria con el presidente de la cámara neocaledonia, Roch Wamytan, el pasado mes de junio. El acto tuvo como objetivo fortalecer los vínculos de amistad y hermandad entre Catalunya y Nueva Caledonia y la cooperación entre las dos cámaras "en todos los ámbitos de interés común".