Elon Musk dará un paso al lado en política, según ha anunciado él mismo este martes en una conversación por teleconferencia en el Foro Económico de Qatar. "He hecho lo que se tenía que hacer", ha dicho, sobre cuándo decidió involucrarse en política y participar en la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aunque eso perjudicara directamente su imagen y el rendimiento de sus empresas. Al mismo tiempo, ha asegurado que reducirá sus donaciones económicas a proyectos políticos como el de Trump.
El magnate sudafricano ha denunciado que ha sido víctima de una "violencia masiva" a raíz de su alianza con Trump, tanto por las campañas contra sus empresas —principalmente, Tesla— y otros actos de vandalismo como incendios en coches de la marca. "No soy alguien que haya cometido violencia y, sin embargo, se ha cometido violencia masiva contra mis empresas, se ha amenazado con violencia masiva contra mí. (...) Así que hay que hacer alguna cosa al respecto. Y diversos de ellos irán a la prisión y se lo merecen", ha asegurado el empresario, ovacionado por el público de la capital de Qatar. También ha afirmado que "está bien oponerse a cuestiones políticas, pero no está bien recurrir a la violencia", a la vez que ha reconocido que se tomó como una cosa personal las acciones contra Tesla que han tenido lugar este 2025.
Musk quiere continuar al frente de Tesla
Por otra parte, Musk ha indicado que se ve como el director ejecutivo de Tesla durante los próximos cinco años, aunque ha advertido con ironía que podría morir —en referencia a las informaciones publicadas por medios de Estados Unidos sobre que la compañía estaría buscándole a un sucesor por su participación en política—. Y es que las ventas de Tesla a Europa han caído significativamente, cosa que el empresario ha justificado diciendo que el Viejo Continente es su "mercado más débil" y que la compañía automovilística "es fuerte en el resto del mundo". Además, ha añadido que esto el mercado de valores lo reconoce, ya que su capitalización bursátil supera el billón de dólares.
El magnate también ha hablado sobre su compañía espacial, SpaceX, y ha apuntado que no cree que entre en el negocio armamentístico porque "no es una aspiración" de esta empresa —dedicada a construir cohetes, satélites y terminales de internet—. Según Musk, SpaceX se encargará de aproximadamente el 90% de los lanzamientos en órbita de este año, ya que la empresa "está poniendo en órbita la mayor constelación de satélites nunca vista".