La tensión entre Rusia y Ucrania cada vez es más evidente, por eso Israel está preparando un plan secreto para intentar rescatar a todos los judíos ucranianos que quieran huir en busca de refugio. Según altos funcionarios del gobierno israelí, aproximadamente 200.000 judíos podrán salir de Ucrania y trasladarse a Israel si así lo piden, con la ayuda de organizaciones judías y el gobierno israelí. En caso de ataque ruso, Israel tiene planificado una operación secreta que incluye no sólo rescatarlos y llevarlos a Israel, sino también ofrecerles viviendas temporales. Los detalles que avanza Jerusalem Post no están claros, no obstante todos los ministerios gubernamentales competentes y organizaciones oficiales se han reunido estos días para crear este plan de evacuación y rescate que se alargaría muchas semanas.

Según la ministra Pnina Tamno-Shata, se están dando instrucciones a los ministerios para actuar y prepararse por un escenario de miles de judíos ucranianos en caso de un ataque ruso. "No tenemos ninguna manera de indicar en este momento cuántos judíos entrarán en Israel, pero tenemos que estar preparados", ha asegurado Tamno-Shata. Cuando Jersualem Puesto preguntó cuántos posibles judíos refugiados se calcula que están interesados en una evacuación inmediata, el ministro afirma que "pueden ser decenas de miles, pero también sólo miles". Tamano-Shatat envió una solicitar la oficina del primer ministro para que convoque una discusión "sobre todo aquello relacionado con los judíos de Ucrania".

Israel

Israel se desmarca del conflicto

Israel no participa en ningún operativo militar con respecto a Ucrania y adopta una posición de neutralidad militante, a pesar de ser un país atado a la historia judía. Y uno de los motivos principales es que hay judíos a las dos partes en conflicto, tanto en Ucrania, como en las provincias del Donbass como Rusia. "Ser neutral con Ucrania es difícil, en primer lugar porque esta tierra de suelo fértil, llanuras infinitas y horizontes extensos está impregnada de vida judía, y más todavía de muerte judía", recuerda el diario Jerusalem Post. Allí había mucha población asquenazí y estuvo donde Israel Ben Eliezer fundó en el siglo XVIII el hasidismo, en Okopy, que entonces era Polonia. También hay referencias más recientes, como las sangrantes masacres de la Segunda Guerra Mundial. "En las afueras de Donetsk, el lugar de nacimiento del actual político israelí Natan Xaransky y uno de los principales puntos de inflamación del conflicto actual, más de 90.000 judíos fueron asesinados por los nazis", recuerda. "Estos recuerdos hacen imposible que muchos judíos sean indiferentes a lo que está pasando hoy en aquella tierra. No, Ucrania no es nuestra patria, pero tampoco es lo que Vietnam, Angola o Nicaragua eran para nosotros cuando había guerra. Ucrania forma parte de nuestra historia", insiste.

Pero si Israel se decantara por una de las partes en tensión, habría represalias contra los judíos que viven en estos países. "Si Israel tomara partido, expondría a los judíos de la otra banda a una hostilidad antisemita, que en esta parte del mundo requiere poco esfuerzo por inflamarse", insiste. "Eso también explica por qué cuando Rusia se anexionó Crimea hace ocho años, Israel no secundó las sanciones occidentales en Moscú, a pesar de la presión que hizo en este sentido la administración Obama", recuerda. Desde las guerras del Líbano, Israel ve con mucha prevención la incursión en otros estados, porque las consecuencias de aquella experiencia fueron caóticas. "Remodelar el Oriente Medio está más allá de nuestras capacidades", resume el diario.