El que fue primer ministro de Escocia, Alex Salmond, ha cargado con dureza contra la BBC por la forma como ha informado de la muerte de Elisabet II en Escocia, y de las ceremonias que allí se han oficiado. Son muy inusuales las críticas de políticos a la BBC, que es considerada un modelo de neutralidad, pero en este caso se han cruzado líneas rojas, y eso que la monarquía no está cuestionada en general por los independentistas escoceses. Consideran que la BBC ha aprovechado este apoyo de los independentistas a Isabel II, para reforzar un mensaje unionista e intentar enterrar la idea de un nuevo referéndum.

"La BBC ha decepcionado mucho a la gente en su cobertura de la muerte de la reina. El intento que ha hecho de apropiarse de una muestra de respeto y afecto escoceses por nuestra monarca difunta para colocar una línea política estatal, muestra hasta qué punto la BBC se aleja de los estándares de radiodifusión", ha indicado. "Durante tres días notables, podemos decir que Escocia habría hecho sentirse orgullosa a la reina. No tengo ninguna duda que ella lo planificó todo exactamente tal como transcurrió y la solemnidad, sin exceso, es lo que habría querido. Fue como tenía que ser", ha apuntado.

Según Salmond, en la BBC "periodistas y colaboradores han hecho cola para hacer desfilar su ignorancia histórica con una aparente certeza de las opiniones que tenía la difunta reina sin el beneficio, en su mayor parte, de haber tenido nunca una conversación personal seria con ella". "El sesgo de la BBC y la detención innecesaria, y completamente inútil, de un puñado de manifestantes han sido las únicas notas discordantes de una contribución y apreciación escocesa de una manera adecuada y positiva para esta dama verdaderamente notable", ha añadido. Salmond ha hecho alusión a la detención de algunos jóvenes que protestaron cuando pasaba el féretro de la monarca.

Mientras tanto, miles de personas ya hacen cola al lado del río Támesis para entrar en el Palacio de Westminster, sede parlamentaria del Reino Unido en el corazón de Londres, para visitar la capilla ardiente de la reina Isabel II, que acaba de abrir las puertas para el público general. El féretro, transportado desde Escocia donde la reina escogió morir, ha llegado al Hall de Westminster en torno a las 15 h de la tarde (hora local), dónde han empezado las preparaciones para las visitas de los centenares de miles de personas que se espera que se desplacen a la capital británica para dar el último adiós a la monarca. La cola por la capilla ardiente ya hace más de tres kilómetros de largo.