ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Según la última actualización de datos de ACNUR, ya han huido casi 2,7 millones de personas de Ucrania desde que empezó la invasión rusa y se prevé que la cifra total pueda llegar a superar los 4, a los cuales se le tendrán que añadir 2 millones más de desplazados al interior del país. De estos, la gran mayoría son niños, adolescentes y mujeres, que llegarán en los próximos días a un país que no es el suyo. Desde la ONG Plan International  advierten, sin embargo, que sobre todo por las jóvenes ucranianas el drama no se acaba aquí, sino que con estos desplazamientos forzados por la invasión rusa tienen un riesgo muy alto de caer en redes de tráfico de personas o sufrir prácticas de explotación y abusos sexuales. "A través de una tarea de análisis de nuestras misiones podemos alertar de que muchas de estas personas se están enfrentando a riesgos muy serios de entrar en el tráfico, la explotación y el abuso sexual", explica la directora general de la entidad, Concha López, a Europa Press.

Tal como advierten desde la organización, esta crisis no solo afecta a las jóvenes, sino también en el resto de menores que se escapan de su país. Por este motivo, han querido poner de manifiesto la importancia de que las medidas que se tomen a la hora de acoger refugiadas y los diferentes protocolos incluyan perspectiva de género. Esta es la única manera de poder protegerlas y atender sus vulnerabilidades. Desde el Plan International, trabajan en los centros de recepción y atención de personas que han tenido que huir de Ucrania hacia los países más próximos para conocer de primera mano sus necesidades. Más de la mitad de los que han tenido que participar de este éxodo han llegado a Polonia (1,6 millones), 246.000 en Hungría, 195.000 en Eslovaquia, 105.000 en Rusia, 104.000 en Moldavia y 84.000 en Rumania, según los datos de ACNUR. El resto han viajado hasta otros países, normalmente hacia aquellos donde ya vivían familiares o amigos antes de la invasión. 

En declaraciones a El Español, López recuerda que "conflictos como el de Ucrania multiplican los riesgos del tráfico de personas, especialmente para las niñas y las jóvenes, que suelen ser víctimas en mayor medida del tráfico de persona para la explotación sexual." En Ucrania, Rusia y otros países de la Europa del Este donde mayoritariamente llegan los refugiados, el 80% de las víctimas son mujeres, el 10% niñas y otro 10% niños. Desde el Plan International remarcan que desde el inicio del conflicto el 2014, las niñas, adolescentes y mujeres del país han estado muy expuestas a la violencia física y sexual.

Falta de apoyo psicológico

En este contexto, la ONG ve "clave" incorporar la perspectiva de género a las acciones de atención, ya que la mayoría de los desplazados son "mujeres, niñas y niños, algunos de los cuales no acompañados o separados de sus familias". Eso les puede llegar a provocar situaciones de ansiedad y estrés. Tal como han identificado en Polonia y Rumania, no hay ningún tipo de procedimiento sólido para identificar a los niños separados de sus progenitores o de sus cuidadores.

Por otra parte, también han podido comprobar que hay ciertas "lagunas" en la información ante este tipo de situaciones de las personas que atienden a la infancia no acompañada a la frontera. "No existe un sistema de seguimiento de niños huérfanos, un punto en que el Plan International tiene especial interés por salvaguardar la protección de la infancia". Por otra parte, una parte de la asociación también se ha desplazado hasta Moldavia para visitar los centros de recepción de personas desplazadas a diferentes ciudades. En estos, han constatado que hay grandes carencias en materia de protección y apoyo psicológico a las personas que han tenido que huir después de haber visto con sus ojos los horrores de la guerra.

Perspectiva de género

Otras entidades, como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), también han advertido del riesgo al cual se enfrentan las mujeres refugiadas. "Supone, en muchos casos, una mayor exposición a sufrir vulneraciones de derechos y violencia", ha detallado Nuria Díaz, la coordinadora de esta comisión, recordando la importancia de tratar este tipo de emergencias sin perder de vista la perspectiva de género. "Más allá de su tratamiento y consideración de personas con necesidad de protección, se les tiene que prestar especial atención por el hecho de que muchas de ellas son niñas".