"Guerras tribales, ridículas e interminables". Así ha justificado Donald Trump la retirada de tropas de Estados Unidos del norte de Siria. Esta decisión supone un cambio de estrategia y genera alarma a la comunidad internacional por el peligro de que se vuelva a encender el conflicto.

Esta maniobra del Trump deja vía libre en Turquía para intervenir contra sus eternos rivales, los kurdos, a quien considera terroristas. Hasta ahora pero, los kurdos, eran aliados de los Estados Unidos en la lucha contra el Daesh en Siria. Sin embargo, Trump ha dicho vía Twitter que si Turquía hace algo que él considere fuera de lugar, destruirá su economía.

Los kurdos, por descontado, se sienten traicionados, no necesariamente por la retirada en sí misma, sino por la forma en la cual se anuncia y se lleva a cabo: según sea necesario, al azar y sin ningún mecanismo para garantizar un camino sostenible hacia adelante en la región", señala El Gamal, miembro del Atlantic Council en Efe.

Dareen Khalifa, investigadora para Siria en International Crisis Group argumenta que "legítimamente" las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) se sienten "traicionadas por sus socios de los Estados Unidos", porque en agosto acordaron "retirar sus fortificaciones de las áreas fronterizas a cambio de las promesas de los EE.UU. de seguir actuando como amortiguador entre las dos partes y delante una posible invasión turca". "Los Estados Unidos no han cumplido sus promesas ni su parte del trato", detalla a Efe.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha amenazado en numerosas ocasiones con lanzar una ofensiva para expulsar del nordeste de Siria a las milicias kurdosirias, en las cuales considera "terroristas" por sus supuestos vínculos con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán, la guerrilla kurda activa en Turquía.

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El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan / EFE

Para Aykan Erdemir, antiguo parlamentario turco y miembro de la Foundation for Defense of Democracies, ha asegurado también a Efe que los kurdos "no tienen más remedio que mirar hacia Damasco". "Cuando se vean obligados a escoger entre las dos alternativas autoritarias, es probable que escojan lo que ven como el menor de los dos males: la opresión secular del régimen de Asad sobre la opresión islamista de Erdogan y sus representantes sirios", considera.

¿Quiénes son los kurdos?

El pueblo kurdo es la minoría étnica sin estado propio más importante de Oriente Medio. Su población se calcula entre 25 y 35 millones de personas que viven en una región montañosa y su territorio está repartido entre cuatro países: Turquía, Iraq, Irán y Siria. Desde principios del siglo XX muchos kurdos sueñan con el reconocimiento del Kurdistán como nación propia. Pero cuando se firmó el tratado de Lausana, Suiza, que estableció las fronteras de la Turquía moderna, no se consideró la formación de un estado kurdo, y desde entonces, cualquier intento de crear un estado independiente ha sido voluntariamente reprimido.

"Lo que pasa con el Kurdistán es que son el pueblo mayor, casi unos 30 millones de personas, sin nación propia y están divididos en cuatro regiones diferentes", explica el director de contenidos y analista de El Orden Mundial, Blas Moreno, en la Revista Mirall. "Que se lleguen a independizar las cuatro regiones y que se puedan unir en algún momento dado es muy complicado".

¿Es posible su independencia?

"Los kurdos no reclaman la independencia, la rechazan", expone el experto en el Kurdistán Quim Arrufat en esta misma publicación. "El pueblo kurdo no pide la independencia, pide un cambio. ¿Cuál es este cambio? Abandonar la actual República de Turquía para construir otra que no vulnere ni derechos ni libertades de los individuos y autonomía democrática para la zona kurda. Se pide que se acabe con el nacionalismo, con una nación uniformizada, pide reconocer la existencia de árabes, armenios, griegos de las diferentes regiones. Pero antes de que eso pase, están dispuestos a aniquilarlos como pueblo".

"No hay un consenso claro sobre la independencia del Kurdistán. Algunos la quieren y otros no. Aunque creo que se puede decir que ni el PKK ni sus seguidores quieren la independencia. Lo que quieren es algunas regiones autónomas dentro de Turquía, Siria, y Iraq. Se llama el 'sistema cantón', es similar a un gobierno federal. Ahora bien, los que dan apoyo al KDP (Kurdistán Democratic Party) sí que quieren la independencia de la región. Quieren un Kurdistán unido, pero creo que ahora mismo un Kurdistán independiente sería demasiado complejo", resalta la abogada y periodista Beybin Somuk, también en Revista Mirall.