La polémica ley de seguridad que pretende limitar a Francia la difusión de imágenes de las fuerzas policiales ha recibido como respuesta multitudinarias manifestaciones por todo el país para denunciar el recorte de libertades, que han acabado con algunos enfrentamientos con la policía en la capital y han provocado el incendio de algunos coches.

La protesta en París, la segunda de esta semana, ha sido la más multitudinaria y, simultáneamente, ha habido convocatorias en otras ciudades francesas donde también se han reunido miles de personas. Los disturbios han tenido lugar en la capital, pero, cuando la manifestación ha llegado a la Bastilla, donde algunos encapuchados han destrozado material urbano y la policía ha lanzado gases lacrimógenos para intentar contenerlos.

Un año de prisión y 45.000 euros de multa el difundir imágenes de los agentes

El llamamiento fue impulsado por sindicatos, asociaciones de prensa, organizaciones de defensa de los derechos humanos y hasta por los "chalecos amarillos", en una nota conjunta que advirtió que, de seguir adelante, Francia corre el riesgo de integrar la lista de países que violan la libertad de la prensa.

En el punto de mira de esta proposición de ley, aprobada esta semana en primera lectura por la Asamblea Nacional antes de proseguir en enero su tramitación en el Senado, está el artículo 24, que sanciona con hasta un año de prisión y 45.000 euros de multa el difundir imágenes de los agentes con la intención de dañarlos. "Impulsa una impunidad policial que ya está bastante presente con un Gobierno en el cual no le importan los medios para conseguir su objetivo de restablecer el orden", ha declarado a Efe Dominic Leroy, técnico audiovisual y "chaleco amarillo" que participó en la protesta parisina.

La última agresión policial en Francia

La polémica ley para la seguridad nacional llega justamente cuando se han hecho públicas las imágenes de la última actuación policial violenta contra un productor musical negro, Michel Zecler, en un control el sábado pasado para no llevar máscara.

El clamor contra las fuerzas del orden llevó a que el presidente, Emmanuel Macron, intentara calmarlo con un amplio mensaje en las redes sociales en el cual admitió que las imágenes de la actuación policial contra el productor son "inaceptables". Al mismo tiempo, el jefe del Estado pidió a su Ejecutivo que le haga llegar "rápidamente propuestas para reafirmar el vínculo de confianza que tiene que existir naturalmente entre los franceses y los que los protegen".