El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha dejado en evidencia al rey Felipe VI pronunciando un discurso institucional con plena normalidad después de un referéndum de autodeterminación. Macron se ha mostrado este domingo "orgulloso" de que la mayoría de los habitantes de Nueva Caledonia se mostrara contrario a la independencia en el referéndum celebrado en el archipiélago, y ha ofrecido "diálogo" y "garantías" a los independentistas.

En un discurso solemne pronunciado desde el Elíseo, el presidente francés ha señalado que el voto, en el que el 57 % de los electores ha rechazado la independencia, es "una muestra de confianza en Francia, en su futuro y en sus valores".

Macron ha evitado hablar de vencedores y vencidos, y ha asegurado que "los únicos derrotados son el miedo y la división", frente a "la paz y el espíritu de diálogo", que ha considerado que es "el único camino posible".

El presidente, que en nombre de la neutralidad del Estado no ha participado en ningún momento de la campaña, ha destacado la "participación excepcional", que ha alcanzado el 80 %, en la consulta celebrada entre las 08.00 y las 18.00 hora local (21.00 GMT del sábado y 07.00 GMT del domingo). Ha agregado entender "la decepción" de los independentistas y ha señalado que Francia será "el garante de la dignidad de todas las capas de la sociedad".

El voto independentista, mayoritario entre los autóctonos canacos, ha progresado en el referéndum con respecto a las elecciones locales y ha sido muy superior a lo que auguraban los sondeos.

Macron ha invitado a todas las fuerzas políticas del archipiélago a "pensar en el futuro" y progresar en "la inscripción de Nueva Caledonia en Francia y en Oceanía".

Ha recordado que el primer ministro francés, Edouard Philippe, estará mañana en Noumea, capital del archipiélago, donde tiene previsto reunirse con los diferentes líderes políticos.

El discurso de Macron ha sido muy diferente del que pronunció el rey Felipe VI después del referéndum de independencia en Catalunya del 1-O, un referéndum que, a diferencia de el de Nueva Caledonia, no pudo ser pactado.