Dan Poraz es el encargado de negocios de la Embajada de Israel en España y actual embajador en funciones. En un momento marcado por la guerra en Gaza y la presión internacional sobre el gobierno israelí, Poraz defiende con firmeza que la prioridad de Israel es poner fin al conflicto, pero subraya que eso solo será posible si se liberan los rehenes y se garantiza que no se repita un ataque como el del 7 de octubre. Asegura que, para lograr una paz real, es necesario comprender los objetivos de Israel y apoyarlos. Hablamos con él sobre la situación actual en Israel, la pérdida de apoyos internacionales, las negociaciones para el alto el fuego y la viabilidad de la solución de los dos Estados.
El 7 de octubre da mucho que hablar en Israel. El ataque fue una sorpresa, ¿no se pudo prevenir? ¿Hubo un fallo de seguridad?
La sociedad israelí está profundamente traumatizada. Todavía, y han pasado 20 meses. Y creo que la cicatriz no puede empezar a sanar hasta que todos los rehenes vuelvan a casa. Es una herida abierta muy, muy dolorosa. Tenemos 56 secuestrados todavía en manos de Hamás en Gaza en los túneles. Este hecho no permite pasar el trauma. Y como comentaste, fue un fallo enorme militar, pero también un fallo de inteligencia.
Hubo unas polémicas declaraciones de Netanyahu que parecían poner el foco en Hamás y no en los rehenes. Eso enfureció a los familiares de los que siguen allí y a la sociedad.
Creo que el foco no está en las declaraciones de Netanyahu. Israel sabe que tiene dos objetivos, recuperar a los rehenes y poner fin al dominio de Hamás. Hamás lo sabe. Y los rehenes son un seguro de vida, porque sin rehenes no tiene ninguna escudo humano. El gobierno tiene que poner fin al dominio de Hamás. Si no, lo harán otra vez, lo sabemos con certeza. Este es su modus operandi, secuestrar personas para lograr objetivos políticos.
Los rehenes son un seguro de vida, porque sin rehenes no tiene ninguna escudo humano
Muchos expertos recalcan que la violencia de Israel en Gaza puede fomentar el odio hacia Israel. Quizá es un problema del futuro, pero, ¿qué pasa con la generación de niños que no tienen padres porque han muerto por los ataques de Israel?
La guerra provoca odio. Aunque también hay que decir que el 7 de octubre pasó antes que esta guerra. Los terroristas no necesitan excusas. El pueblo judío sufrió un holocausto, el peor crimen contra la humanidad contra su pueblo, con 6 millones de muertos. Horrible. No fue una tragedia, fue la peor tragedia en la historia de la humanidad. Después de la Segunda Guerra Mundial no hemos visto judíos poniendo bombas en cafés alemanes o matando niños en sus escuelas. Los judíos que sobrevivieron establecieron un estado y creo que esto es la clave. Poner la vista al futuro, el recuerdo del holocausto es algo fundacional en la sociedad de Israel, en su historia. Sin embargo no se puede alentar y mejorar la vida si no se mira al futuro. Hay que tener esperanza. Los israelíes y los alemanes, hoy en día, somos socios. Somos amigos. A pesar de toda la historia. Así que la guerra es horrible. La violencia es horrible. Es un trauma para los dos pueblos, pero los esfuerzos ahora tienen que ser para acabar la guerra lo antes posible. Y la única manera de hacerlo es la liberación de los rehenes.

Precisamente, hay una parte de la opinión pública que dice que los judíos, tras haber sufrido un holocausto están haciendo lo mismo. ¿Cuál sería la respuesta? Primero se decía que Israel violaba el derecho internacional, ahora que mata a la población de hambre. ¿Cómo se justifica?
Respondo muy claro. No hay nada parecido. Es una guerra, es una guerra terrible y dura. Mueren personas, civiles. Soy israelí, como todos los israelíes, la mayoría somos parte del ejército. Yo también he estado en el ejército, mis primos, sobrinos, muchos amigos. No tenemos ninguna idea de genocidio. Solo tenemos dos objetivos: liberar a nuestros rehenes y garantizar que lo que ocurrió en octubre no vuelva a pasar otra vez. Y para ello, tenemos que terminar con Hamás. Israel no usa la hambruna como arma de guerra, eso es mentira. Al contrario. Hace muchos esfuerzos para gestionar y para encontrar un mecanismo junto con Estados Unidos para que la ayuda humanitaria llegue a la población civil. Nosotros no tenemos ningún interés en aumentar una crisis humanitaria en Gaza. Al contrario, queremos una situación soportable que nos ayude a lograr nuestros objetivos.
Justo acaba de mencionar la palabra genocidio. Una palabra que se usa para describir lo que Israel está haciendo. También noticias sobre ataques en colas para obtener ayuda humanitaria. ¿Cómo se responde a esto?
Hay una campaña salvaje contra Israel, una campaña de demonización y deslegitimación a su derecho a defenderse. La información de esta campaña la ha difundido Hamás. Hamás sabe que no puede ganar en el campo de batalla, militarmente está muy débil, pero sí puede dañar, y mucho, a Israel en el campo de la opinión pública.
¿Cómo es eso posible?
Es un grupo terrorista que llevó a cabo unos ataques terroristas, los más grandes de la historia y no pudo hacerlo sin ayuda de otros países. Sabemos que Irán apoya a Hamás, sabía los planes, no sabían la fecha, aunque conocían los planes. Catar también es el financiador más grande del mundo de Hamás. También hay una campaña política en Europa y en Occidente, de la extrema izquierda, contra Israel y la información y narrativa de Hamás va muy bien con esta campaña.
Israel no usa la hambruna como arma de guerra, eso es mentira
Por ejemplo, salió una noticia de gente que estaba esperando ayuda humanitaria y que Israel había disparado. Murieron más de 20 personas. Esta información salió en todo el mundo, todos los medios de comunicaciones, incluso gobiernos. Israel dijo que no había disparado. Unas horas después salieron vídeos que mostraban muy claramente que quién disparó eran militantes de Hamás. Imágenes de drones muestran que fueron hombres armados de Hamás quienes abrieron fuego. No esperamos nada de una organización terrorista, pero, ¿dónde está la integridad que deben tener los periodistas? Este tipo de incidentes han pasado muchas veces. Es una guerra terrible, mueren civiles, hay mucho sufrimiento e Israel está lejos de ser perfecta. Acusar Israel de estado genocida son mentiras que no tienen nada que ver con la realidad. Mentiras que tienen motivos políticos contra Israel.
¿Y eso como lo vive la población de Israel?
Estamos viviendo una ola de antisemitismo que no hemos visto desde los años 40. Europa y el odio, y uso esta palabra porque es así, es odio. Y el odio no se para con palabras, siempre provoca violencia.

El apoyo a Israel, por parte de Europa y Estados Unidos ha caído.
Sin duda el apoyo ha bajado en los últimos meses. En las primeras semanas de la guerra, teníamos apoyos de todos lados. Bueno, no de todos. Pero había cosas sorprendentes, como la manifestación del 8 de octubre en España contra Israel. Un día después. Fueron allí políticos españoles que acusaron Israel de genocidio. Pero a pesar de eso, en esa época sí teníamos más apoyo. El mundo ahora ve imágenes de Gaza y sabe que la guerra continúa. El mundo no tiene paciencia y los gobiernos del mundo, incluyendo muchos de nuestros socios o países cercanos, están perdiendo la paciencia porque quieren que esta guerra termine. Y lo puedo entender, pero al mismo tiempo, Israel no ha logrado sus objetivos.
Estamos viviendo una ola de antisemitismo que no hemos visto desde los años 40
Parar sin cumplir los dos objetivos, sin la liberación de los rehenes, es un desastre que no puedo imaginar. No creo que exista ningún país o gobierno del mundo que pueda renunciar a sus ciudadanos que están en manos de una organización terrorista. Es muy claro, y también el otro objetivo. Si Hamás sigue sobreviviendo en Gaza es una cuestión de tiempo que lo hagan de nuevo. Y lo sabemos porque ellos mismos lo dicen.
¿Cómo cree que podría revertirse esta falta de apoyo internacional?
Las imágenes y propaganda de Hamás son un tsunami. Y estamos haciendo todo lo que podemos para frenar este tsunami. Tenemos muchos apoyos, mucha solidaridad, incluso de aquí, en España. A nivel gubernamental tenemos el apoyo de Estados Unidos, que es nuestro aliado más importante y más poderoso del mundo. Ellos también quieren ver que la guerra termina. Nosotros también. Creo que no hay nadie que desee más que Israel, terminar esta guerra. Estamos pagando un precio muy alto. Han caído alrededor de 900 soldados, queremos terminar esta guerra. Estados Unidos también. Ellos entienden que la única manera de hacerlo es con la liberación de los rehenes y el fin del dominio de Hamás.
¿Hay contradicciones en la mente de un israelí?
Creo que la polémica es el camino. Los dos objetivos que tenemos en la guerra son claros: liberar los rehenes y acaba con Hamás. Quizá Hamás dice que libera los rehenes pero se quieren quedar en Gaza. El gobierno ahí dice no, eso es algo que no podemos aceptar. No podemos aceptar eso. Hay gente en Israel que dice que ahora la prioridad es la liberación de los rehenes y que lo otro lo gestionaremos después. Pero también hay personas que apoyan eso. Entonces hay polémica sobre el camino de hacerlo. También hay criticismo sobre la situación en Gaza. Israel es una sociedad muy abierta y democrática. Hay manifestaciones y llamadas contra el sufrimiento de la población en Gaza, incluso contra el gobierno por la gestión que se está haciendo de la guerra.
Creo que no hay nadie que desee más que Israel terminar esta guerra
Hay gente que prioriza la liberación de los rehenes. Pero después entienden que también hay que afrontar lo otro. Es una guerra que no termina con la cuestión de los rehenes. Creo que quién quiera que esta guerra termine, debe apoyar los dos objetivos de Israel, y debe apoyar a Israel, porque sino, la guerra no puede terminar.
Es complejo porque los terroristas, no van a cambiar de idea ni sus objetivos a priori, ¿no?
Claro. El objetivo no es acabar con la idea de Hamás porque no puedes. No puedes. Pero es como con el nazismo, no puedes acabar con la idea, e incluso seguro que la idea existe 80 años después. Pero no quedan en Europa gobiernos que tengan esa ideología nazi. Entonces, la idea seguirá, pero un nuevo gobierno de Gaza no puede tener ideas de exterminación de Israel. Con esta idea no podemos vivir.

En este sentido, la solución que hace tanto tiempo que está sobre la mesa, la de los dos Estados, ¿es todavía viable?
Creo que es la única idea que puede ser viable. La solución de los dos estados podría ser viable porque tanto israelíes como palestinos están ahí y ninguno de los dos desaparecerá. Pero ahora mismo no es posible. Los palestinos no tienen una estructura estatal ni un liderazgo capaz de gestionar un estado. Desde el punto de vista israelí, el problema principal no es quién gobierna Palestina, sino la seguridad: en las condiciones actuales, nadie puede garantizar que Hamás no tome el control en uno o dos años, como ya ocurrió en Gaza. La falta de elecciones, la pérdida de legitimidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la existencia de zonas donde ni siquiera pueden entrar hacen que la situación sea muy frágil. Para Israel, un Estado palestino que se convirtiera en una nueva Gaza sería una amenaza grave. Antes del 7 de octubre, muchos israelíes aún creían en la solución de los dos estados, pero ahora ese apoyo ha disminuido. La única vía posible sería una negociación entre Israel y la ANP para ampliar la autonomía palestina de forma que se garantice la seguridad israelí, pero eso solo podría ocurrir una vez resuelto el conflicto con Hamás.
¿Y el alto el fuego? ¿Es posible?
Aunque parezca que las negociaciones para un alto el fuego están congeladas, en realidad siguen en marcha. Hace unos días, Hamás rechazó una propuesta de Estados Unidos, pero luego cedió en algunos puntos, como suele hacer: primero dice "no", pero luego matiza. Estas tácticas muestran que las conversaciones continúan, aunque sean complejas. La sensación ahora es que se está más cerca de un acuerdo que en marzo, cuando las negociaciones se rompieron. Este avance se debe principalmente a la presión militar sobre Hamás, que está dando resultados, sobre todo en lo relacionado con la distribución de ayuda humanitaria. Israel quiere asegurarse de que esta ayuda llegue a la población sin que Hamás la controle y la utilice como negocio, como ocurrió en el pasado. Entonces, Hamás robaba la ayuda y la vendía a los ciudadanos. Por eso, ahora Israel y Estados Unidos están trabajando juntos para crear un nuevo mecanismo de reparto que impida esto. Esa es una de las razones por las que hay un cierto optimismo respecto a la posibilidad de un alto el fuego en un futuro próximo.
Hamás robaba la ayuda y la vendía a los ciudadanos
Una pregunta con algo de polémica para terminar. ¿Israel realmente quiere poner fin a la guerra o pretende alargarla por motivos políticos o estratégicos?
Nadie desea más el fin de esta guerra que los propios israelíes. Pero entendemos que solo hay una manera de lograrlo: no se puede poner fin al conflicto sin antes liberar a los rehenes y sin garantizar que algo como lo que ocurrió el 7 de octubre no vuelva a repetirse. Por eso, quien de verdad quiera que termine esta guerra y cese el sufrimiento, debe también apoyar los objetivos de Israel. No se trata solo de detener el fuego, sino de garantizar que haya una paz duradera y segura para todos.