Se cumplen cuatro meses de los ataques de Hamás, que provocaron la muerte de 1.200 personas, dejando en más de 253 secuestrados. La respuesta de Israel no tardó a llegar. Desde que empezó la guerra en Gaza, más de 27.000 personas han muerto por los ataques, según datos del Ministerio de Sanidad de la Franja. Al principio, Israel pidió a la población de Gaza que se dirigiera hacia el sur, pero no tardaron en atacar también esta zona. Después de cuatro meses de guerra, Hamás tiene, todavía, un total de 136 rehenes, de los cuales 28 asesinados por Hamás y 1 muerto en un intento de rescate por parte de las FDI, según ha confirmado la embajada de Israel en España.

Tras los bombardeos y dejar la población de Gaza sin ayuda humanitaria, el pasado 24 de noviembre empezó un alto el fuego que duró 6 días, hasta el día 1 de diciembre. Desde aquel momento, ha habido rumores y más intentos de alto el fuego, pero no han tenido éxito. En este sentido, el foco de los combates se ha centrado en las últimas semanas y especialmente en Rafah y Khan Younis.

 

 

 

Al principio del mes de enero pasado, el secretario de Estado, Antony Blinken, hizo una nueva visita al Oriente Medio en tres meses para intentar revertir la situación a Gaza, pero no resultó en ningún acuerdo de paz ni con ninguna tregua. Y después de esta, hubo una cuarta, con el mismo éxito.

Indicios de genocidio

Durante estos cuatro meses, sin embargo, el papel y las acciones de Israel han sido muy cuestionadas. Además, el Tribunal Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, con sede en La Haya, ha visto "indicios" de genocidio de Israel en Gaza, pero pide más "información" para tomar una decisión definitiva tras las medidas cautelares solicitadas por Sudáfrica. Así, exige "tomar las medidas posibles" para "prevenir" el genocidio en Gaza. El estado israelí también tendrá que adoptar medidas inmediatas y efectivas para permitir la prestación de servicios básicos y asistencia humanitaria que se necesitan con urgencia para abordar las condiciones de vida adversas que enfrentan a los palestinos a la franja de Gaza". Las decisiones de este tribunal son vinculantes legalmente para Israel, aunque la CIJ tiene pocos medios para hacerlas cumplir.

Las audiencias sobre la indicación de medidas cautelares se celebraron el 11 y el 12 de enero. Entonces, Sudáfrica aseguró que los "actos genocidas" de los cuales acusaba Israel "no son marginales, y están incorporados a la política estatal" de Tel-Aviv, y ha señalado como prueba el "lenguaje de deshumanización sistemática" usado por altos cargos israelíes para calificar a los palestinos de Gaza de "animales humanos".

 

 

 

¿Una nueva propuesta de alto el fuego?

Blinken ha llegado este lunes a Arabia Saudí en la quinta visita a la región desde octubre. Su visita se produce después de que Estados Unidos llevaran a cabo ataques de represalia contra objetivos vinculados a Irán, Iraq y Siria, y contra lugares rebeldes hutís en el Yemen, en la última escalada del conflicto que se está extendiendo por todo el Oriente Medio. Este martes ha hecho parada en El Cairo. 

El viaje se produce cuando la administración Biden muestra gradualmente cierta frustración con Israel, con sanciones impuestas el jueves a los colonos extremistas, aunque Estados Unidos han hecho caso omiso de los llamados internacionales en Israel para que ponga fin a su campaña militar.

Paralelamente, una propuesta de alto el fuego se está debatiendo –redactada durante las conversaciones celebradas hace una semana en París donde participaron el jefe de la CIA y funcionarios israelíes, cataríes y egipcios– suspendería los combates durante las seis semanas iniciales mientras Hamás libera a los rehenes capturados el 7 de octubre a cambio de prisioneros palestinos, según una fuente de Hamás. Habrá que ver, sin embargo, si llega a buen puerto.

Netanyahu, señalado

Después de cuatro meses de combates y viendo que no se ha conseguido todavía ni "acabar con Hamás", ni devolver a los rehenes en casa, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha visto que las cosas no le están saliendo como querría. La gestión de la guerra no es la que se imaginaba y las familias están cada vez más descontentas porque no se ha conseguido devolver los secuestrados en casa. El apoyo público a Netanyahu ha disminuido constantemente a medida que avanzan los días y se alarga la guerra de Israel a Gaza.

Las nuevas encuestas de opinión pública, que vieron la luz la semana pasada, muestran que el 23% de los encuestados quiere que se mantenga en el poder, mientras que el 41% le gustaría que el exministro de Defensa y miembro del gabinete de guerra Benny Gantz ocupara su lugar. Sea como sea, las cosas no pintan especialmente bien para Netanyahu que ve que habría que hacer las cosas diferentes para tratar de cambiar los resultados de estos sondeos.