El régimen nordcoreano ha condenado duramente las maniobras navales que los Estados Unidos están realizando conjuntamente con Corea del Sur esta semana en la península, y ha amenazado con responder lanzando "un ataque inimaginable".

A través de una nota publicada por la agencia estatal nordcoreana KCNA, el Comité de Emergencia en Oposición a los Ejercicios de Guerra Nuclear ha criticado la movilización en torno a la península de activos estratégicos nucleares por parte de Washington.

El Pentágono ha desplegado el portaaviones de propulsión nuclear USS Ronald Reagan y dos destructores, entre otras embarcaciones, para llevar a cabo estas maniobras, que previsiblemente finalizan el viernes 20 de octubre.

"Los Estados Unidos han enloquecido"

El comité, en el texto de la KCNA, denuncia que "Los Estados Unidos han enloquecido al poner bajo nuestras narices objetivos que hemos establecido como primarios. Tendrían que prever un ataque inimaginable". También aseguran que los EE.UU. han llevado el submarino nuclear USS Michigan, aunque la participación del navío todavía no se ha confirmado. "Eso demuestra que los EE.UU. y sus marionetas (Corea del Sur) se preparan para un ataque preventivo contra Corea del Norte", declaran.

Una tensión entre las dos potencias que no para de crecer

Estas maniobras llegan justo después de que la tensión se haya atenuado en la región y más de un mes después de que Corea del Norte realizara sus últimos ensayos armamentistas en Pyongyang (capital del país), los cuales incluían una proba nuclear el 3 de septiembre y el lanzamiento de un misil que sobrevoló Japón unos días después.

La escalada de beligerancia dialéctica entre Estados Unidos y Corea del Norte llegó a su máximo durante la Asamblea General de la ONU, donde Donald Trump amenazó con destruir el país liderato|liderazgo para|por Kim-Jong II, quien a su vez advirtió que harían un ensayo nuclear en el Pacífico.

El gran número de ensayos de armas de destrucción masiva hechos este año por el régimen nordcoreano, sumado a la retórica agresiva utilizada por la Casa Blanca desde que Trump asumió la presidencia, han elevado la tensión a niveles que no se daban desde la Guerra de Corea (1950-1953).