Las elecciones de este domingo han significado un revés para el gobierno japonés, que ha perdido la mayoría en el Senado. Sin embargo, la gran sorpresa de la jornada electoral ha sido el ascenso de una fuerza ultra: Sanseito, traducido como Partido de la Participación Política. Así pues, nos preguntamos cómo es Sanseito, el partido de extrema que ha emergido con fuerza en Japón.

Bajo el lema "Japón primero", la formación de ultraderecha nacionalista ha emergido como uno de los grandes ganadores de los comicios de la cámara alta: ha conseguido catorce escaños y se ha situado como tercera fuerza de la oposición, cuando antes solo tenía dos senadores. Con este aumento de la representación, Sanseito podrá ahora presentar proyectos de ley en el Senado. Su ascenso ha sido toda una sorpresa, no solo por sus ideas populistas y xenófobas —antiinmigración y antiturismo—, sino también por su reciente y poco convencional nacimiento en las redes sociales durante la pandemia.

Conspiraciones antivacunas en las redes sociales

Su líder, Sohei Kamiya, fundó el partido en 2020 a través de YouTube, donde tiene cerca de medio millón de seguidores. Anteriormente responsable de un supermercado, fue durante la pandemia cuando Kamiya ganó popularidad en las redes, donde compartía mensajes conspiranoicos sobre las vacunas y las élites globales. Todo, antes de popularizar la idea de "Japón primero", inspirada por las tesis del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y por el surgimiento de otros partidos de ultraderecha por todo el mundo.

En campaña, Sanseito ha prometido limitar el número de extranjeros en Japón —cosa que incluye a trabajadores cualificados y turistas—, y limitar la proporción de residentes extranjeros al 5% de los ciudadanos en cada municipio. También se ha comprometido a dificultar la naturalización de extranjeros o la obtención de la residencia permanente, así como prohibir a los ciudadanos naturalizados postularse a cargos públicos. Todo eso en un contexto en el que el país registró una cifra récord de 3,76 millones de residentes extranjeros en 2024, cosa que representa poco más de un 3% de la población total del país. Hay que decir que, bajo la normativa actual, ninguno de estos extranjeros tiene derecho al voto en las elecciones. Con respecto al turismo, Japón ha recibido a 21,51 millones de visitantes en los primeros seis meses de este año, un nuevo récord. Si continúa la tendencia, podría llegar a los 40 millones a finales de año, por encima de los 36 millones de 2024.

Ni extranjeros, ni homosexuales, ni derechos humanos...

El partido también ha expresado su oposición a los matrimonios del mismo sexo y a la aceptación de la comunidad LGTBIQ+, afirmando que es necesaria una "reforma educativa" para desarrollar la capacidad de pensar y valorar la tradición japonesa. Sobre alimentación, ha conseguido el apoyo de mujeres en la treintena para defender la necesidad de la "seguridad alimentaria" y promover el consumo de alimentos naturales sin pesticidas. Finalmente, la formación está a favor de reescribir la Constitución japonesa para eliminar disposiciones sobre derechos humanos, la igualdad de los ciudadanos o la libertad de religión.

El ascenso de Sanseito ha sido en detrimento de la coalición formada por el Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, y el budista Komeito, que han conseguido solo 47 de los 50 escaños necesarios, para mantener la mayoría simple en el Senado. Así, esta debilitada coalición queda privada de la mayoría en las dos cámaras de la Dieta (el Parlamento japonés), después de las elecciones generales de octubre. La viabilidad del gobierno está en riesgo y podría haber llamamientos para la dimisión de Ishiba dentro del PLD.


Imagen principal: Sohei Kamiya, el líder de Sanseito, después de las elecciones de este domingo / Efe